martes, 19 de marzo de 2013

EL ETIQUETADO NUTRICIONAL I


¿Qué es el etiquetado nutricional? 
No es ni más ni menos que una de las partes que conforman la carta de presentación de cada alimento. 

La mayoría de las personas de a pie continúan haciéndose un lio cuando observan las etiquetas de los productos y mucho más cuando llegan a la información nutricional. 

Sin embargo, esta información es de vital importancia, no solo para las personas que deseen bajar o mantener su peso, tengan tal o cual patología, sino para el común de la población. 

La información es poder y solo así uno puede estar capacitado para hacer una elección adecuada y responsable. 





Una información opcional… 


Hoy en día no existe obligación legal de incluir este tipo de información nutricional en el envase o etiqueta de un producto alimentario y esa es la razón de que podamos encontrarnos productos artesanales o peculiares carentes de ella. 

Pese a todo, las grandes compañías rara vez no la reflejan, aunque también es cierto que se aprovechan de esta opcionalidad para informar a medias o utilizar términos complicados y difíciles de entender para una persona “que no está puesta” en la materia. 
Según el Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2006, los consumidores afirmaban que la facilidad de comprensión del etiquetado nutricional era de 5,9/10. 




No es lo mismo… 


No está permitido que en el etiquetado de un alimento se manifiesten propiedades preventivas, terapéuticas o curativas de una enfermedad (excepto en el caso del agua mineral natural y la alimentación especial). 

Solo se permite mencionar (y únicamente en casos autorizados), que reducen uno (de tantos) de los factores de riesgo que pueden provocar la aparición de una enfermedad y aclarando que lo más importante es mantener una dieta y estilo de vida saludables.

Sin embargo, son numerosas las estratagemas (algunas de ellas visuales) que utilizan los fabricantes para sugerir dichas bondades sin decirlas a las claras, de manera que el consumidor acaba vinculando, muchas veces sin fundamento científico, conceptos de nutrición y salud. 

Por otro lado, sí que están permitidas las alegaciones nutricionales que se refieren al contenido aumentado o reducido de las Kilocalorías, nutrientes u otras sustancias como pueda ser la fibra. 

Es en estos casos, cuando el etiquetado nutricional es obligatorio y debe reflejar numéricamente cuál es su contenido 



Ejemplo: una leche rica en calcio debe relejar en el etiquetado la cantidad de calcio que posee por 100g o por ración usual de consumo de dicho alimento 


¡Aprender a leer el etiquetado nutricional! 

Existen diversas maneras de expresar la composición nutricional de un alimento: 

1. La tabla de composición es la clásica e indica la cantidad de nutrientes por 100 gramos (ó 100 ml de producto) y muchas veces además por la ración estándar en que suele consumirse.

La información mínima hace referencia a la energía que nos aporta el alimento tanto en Kilocalorías como en Kilojulios y a la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas que tiene.

Que puede o no completarse con la cantidad de azúcares, grasas, saturadas, fibra alimentaria, sodio, vitaminas, minerales, etc, muy interesante como ya hemos dicho para aquellos que por problemas de diabetes, triglicéridos o colesterol elevado, estreñimiento, hipertensión, etc, deben controlar muy bien lo que comen.

Adicionalmente, suele adjuntar el % de Cantidad Diaria Orientativa (normalmente para cubrir las necesidades de una mujer adulta sana de talla y peso medios, que no tiene porqué ser tu caso) de cada nutriente que cubre la ingesta de ese alimento 



2. Y otros diseños trabajados por las empresas para dejar más clara esa misma información y facilitar su interpretación de un vistazo. 

Un ejemplo es el semáforo nutricional que consiste en incluir en el envase un gráfico a modo de cajitas o cápsulas en el que se refleja la cantidad de Kilocalorías, azucares, grasa total, grasa saturada, sal y fibra que aporta una ración usual del alimento en cuestión y su equivalencia en % de Cantidad Diaria Orientativa/día (para esa mujer sana de talla y peso medio de la que antes hemos hablado). 

Cada cajita o capsula irá coloreada de un color atendiendo a si el aporte de Kilocalorías y nutrientes que deben consumirse moderadamente, resulta bajo o adecuado (verde), medio (amarillo) o elevado (naranja o rojo) para ayudarnos a tomar una decisión en su consumo. 




Así: 

Color verde - Consumo libre 
Color amarillo - Consumo con moderación 
Color naranja o rojo - Consumo esporádico 



Aclarar finalmente que en el caso de la fibra como lo normal es que nos quedemos cortos en su ingesta y lo ideal sería aumentarla, el código de colores no es aplicable. 




AUTORA Ana María Sancho Pérez 

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética 
Experta Universitaria en Obesidad y Nutrición Comunitaria


Bibliografía: 

Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) 
http://www.aesan.msc.es/ 
Etiquetado Nutricional Manual de instrucciones para comer sano 
http://revista.consumer.es/web/es/20071001/pdf/alimentacion.pdf 
Semáforo nutricional Eroski