martes, 19 de noviembre de 2013

ALIMENTACIÓN EN EL SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE

AUTORA Yolanda Blázquez López

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Complutense de Madrid.
Licenciada en Ciencia y Tecnología de los alimentos por la Universidad Complutense de Madrid.



¿QUÉ ES?

El síndrome del intestino irritable (SII) o colon irritable, es un trastorno crónico caracterizado por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal, cólicos, cambios en las deposiciones y otros síntomas, sin que se demuestre una alteración en la morfología o metabolismo intestinales. 




CAUSAS

Actualmente, no se conoce ningún mecanismo que explique por qué los pacientes con esta enfermedad sufren estos síntomas de forma crónica.

Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen factores psicológicos. Esto se debe a que el colon está conectado al cerebro, y por lo tanto, las señales se transmiten entre el cerebro y el intestino. Éstas influyen en el funcionamiento intestinal y los síntomas. En momentos de ansiedad o estrés los nervios pueden volverse más activos, lo que provoca que los intestinos sean más sensibles y se compriman o se contraigan más, lo que produce cambios en la motilidad intestinal

Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos. El momento de aparición de este síndrome puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es dos veces más común en las mujeres que en los hombres.




SÍNTOMAS 

Los síntomas principales del síndrome del intestino irritable son dolor y distensión abdominal, alteraciones del ritmo intestinal, llenura y gases, que han estado presentes durante al menos 3 días al mes durante los últimos 3 meses.


Las personas con este síndrome pueden alternar entre estreñimiento y diarrea o en su mayor parte tienen uno o el otro.  
  • Las personas con diarrea tendrán heces sueltas y acuosas frecuentes. Con frecuencia, tendrán una necesidad urgente de tener una deposición, lo cual es difícil de controlar. 
  • Aquellas personas con estreñimiento tendrán dificultad para defecar, al igual que deposiciones menos frecuentes. Estas personas con frecuencia necesitarán hacer fuerza y sentirán cólicos con una deposición. A menudo, no eliminan nada o sólo una pequeña cantidad de materia fecal. 
Además son frecuentes la saciedad precoz, las nauseas y vómitos, el ardor torácico (pirosis), la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones. 




TRATAMIENTO NUTRICIONAL 

Los cambios en el estilo de vida pueden ser útiles en el tratamiento del síndrome del intestino irritable. Por ejemplo, practicar ejercicio físico regular, evitar comidas abundantes, comer cinco veces al día y mejorar los hábitos de sueño, pueden ayudar a aliviar los síntomas intestinales. 

Por otro lado, los cambios en la alimentación pueden ayudar; sin embargo, en general no se puede recomendar una dieta específica, debido a que este trastorno difiere de una persona a otra. 


Alimentos que se aconsejan durante un cuadro de estreñimiento en el colon irritable 

En general, se aconseja tomar una dieta rica en fibra cuando el problema de colon irritable se manifiesta en forma de estreñimiento. Los alimentos que se destacan son el pan integral y los cereales integrales. También se aconsejan frutas y verduras, aunque algunas de éstas últimas deberían evitarse ya que son grandes productoras de gases, como por ejemplo la cebolla, el puerro, la col, col de Bruselas, coliflor, brócoli, etc... 


Alimentos que se aconsejan durante un cuadro de diarrea en el colon irritable 

Generalmente, se recomienda evitar el consumo de leche y derivados lácteos (quesos y yogures enteros, mantequillas...) y en su lugar, podrían consumirse otras leches vegetales como la leche de soja o avena. 
El arroz blanco hervido es un buen remedio de toda la vida para detener la diarrea, al igual que la pasta no integral o el pan blanco. 
El plátano se aconseja en estos casos ya que se digiere muy bien y tiene una gran cantidad de potasio necesario en caso de haber perdido una gran cantidad de este mineral con los líquidos eliminados durante la diarrea. 
Las zanahorias y las manzanas también son interesantes debido a su alto contenido en pectina, una sustancia absorbente y reguladora del tránsito intestinal que hace que estos alimentos sean ideales para el tratamiento de diarreas. 


Y para terminar, en general, existen una serie de alimentos que no deberían estar presentes en la dieta del colon irritable; como por ejemplo el exceso de productos grasos (carnes o pescados grasos o técnicas de cocción que empleen grasas como la fritura), alimentos dulces que aumentan el peristaltismo intestinal como el chocolate, dulces, pasteles, helados..., bebidas con edulcorantes artificiales, el alcohol, las bebidas con cafeína o con gas y las especias. 

Además hay ciertos alimentos que se deberían eliminar en caso de que el paciente observe molestias al consumirlos, como es el caso de las legumbres (que generan flatulencia) o los frutos secos.


FUENTES:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000246.htm
http://www.dmedicina.com/enfermedades/digestivas/colon-irritable
http://www.botanical-online.com/medicinalsdietacolonirritable.htm#listadealimentosnoadeucadosparaelcolonirritable