martes, 29 de septiembre de 2015

¿La leche es buena o mala?

Todos los primeros de mes recibimos la Newletter de la Sociedad Española de Nutrición, de la que somos socios desde hace años. La de Septiembre concretamente nos gustó más que otras porque se trataba un tema (desgraciadamente) muy controvertido: ¿es buena la leche?

La respuesta debería ser siempre, SÍ. Es un alimento equilibrado y saludable y en la ración que nos corresponde a cada uno es igual de buena que la fruta, las legumbres o los pescados. El problema viene porque muchas personas con el paso de los años han encontrado información contradictoria sobre el consumo de leche. 
Muchas personas han leído cosas terribles: que si hace que te duelan los músculos y los tendones, que solo nosotros los humanos seguimos bebiendo leche al hacernos adultos (también somos los únicos capaces de trabajar, escribir y leer estas palabras ;) 

Lácteos salud propiedades

Son años y años los que hemos dedicado al estudio de la Nutrición y la Dietética Humanas y os podemos confirmar que NO existe ninguna publicación científica fiable que demuestre esas hipótesis que dicen que el consumo de lácteos es perjudicial para la salud. Sí existen sin embargo estudios llevados a cabo desde hace decenios en los que se demuestra cómo la salud humana ha mejorado notablemente desde el consumo de lácteos. 

Y también es cierto que hay personas con alergia a la proteína de la leche (de eso hablaremos otro día, pero os adelantamos que funciona igual que cuando alguien tiene alergia al pescado o a los frutos secos, por ejemplo) y hay personas con intolerancia a la lactosa (también hablaremos de ello en otra ocasión). Pero la realidad es que la mayoría de personas tolera y disfruta de los beneficios de la leche sin problemas y que por culpa de "a saber qué intereses" se generan mitos y falsas hipótesis que no hacen más que confundir a la población.


Si se extendiera el mito de que "añadiendo una canica de cristal al depósito de gasolina del coche, el carburante duraría el doble", al principio nos reiríamos. 
Pero si un año tras otro un montón de gente (incluso profesionales) y un montón de medios de comunicación nos siguen diciendo eso puede que empecemos a dudar. Es natural. Es humano. Pero que nadie os engañe. Si alguien, aunque sea un "profesional de la salud", os dice algo que os sale de ojo, no dudéis en pedir una segunda opinión. 
Hay mucha información disponible hoy en día sobre cualquier tema (libros, internet...) pero hay que distinguir entre la que es veraz y la que es inventada. Y dar con una fuente de información realista, basada en fundamentos científicos, marca la diferencia entre unos hábitos saludables y hábitos malsanos. 



Os dejamos la EDITORIAL de la Sociedad Española de Nutrición del mes de Septiembre hablando sobre la leche, sus mitos y sus realidades: 

Información facilitada a los miembros de la SEÑ.


La leche y los derivados lácteos son alimentos de un elevado valor nutritivo ya que en su composición entran a formar parte prácticamente todos los nutrientes en cantidades relativamente elevadas. Además de proveer energía, son una excelente fuente de proteínas de elevado valor biológico y de otros nutrientes como calcio, magnesio, fósforo, zinc, yodo, selenio y de vitaminas del complejo B, así como de vitaminas A y D.

En España, el consumo de leche y de productos lácteos aumentó progresivamente a partir de los años 50 del siglo XX de forma paralela al aumento del nivel de formación y capacidad adquisitiva de la población. A partir del año 1958, cuando se estableció la obligatoriedad de la producción y comercialización de leche higienizada, su consumo contribuyó de forma notable a una menor incidencia de enfermedades infecciosas y a la mejora del estado nutritivo de la población española. A partir de los años 80 del siglo pasado, además del aumento del consumo de yogur y de otras leches fermentadas, cuando se inicia una mayor sensibilidad de la población por los efectos de la alimentación sobre las enfermedades crónicas, comienza el consumo de productos lácteos con menor contenido energético, como las leches parcial o totalmente desnatadas, enriquecidas en vitaminas A y D -para compensar las pérdidas por desnatado- y leches enriquecidas en calcio. Posteriormente, se han ido desarrollando y comercializando leches de composición adaptada a los requerimientos de determinados segmentos de la población y etapas del ciclo de vida. Estos productos de base láctea contienen diversos nutrientes y compuestos bioactivos en cantidades diversas y están destinados fundamentalmente a mejorar el estado nutricional de los muy variados segmentos de la población.

A pesar de los beneficios para la salud de la leche y de sus derivados bien establecidos desde el punto de vista científico, durante los últimos años, tanto en España como en otros países desarrollados, se está produciendo una disminución del consumo de leche asociado a la aparición frecuente en los medios de comunicación y en las redes sociales de supuestos efectos perjudiciales de la leche y de sus derivados. Esta disminución en el consumo de lácteos, en muchas ocasiones, se asocia al consumo de otras bebidas, especialmente derivadas de vegetales con contenido energético equivalente al de la leche y de otros derivados lácteos, pero con menor calidad y cantidad de otros nutrientes, como es el caso de las proteínas, minerales y vitaminas.


Conscientes de esta situación y de las repercusiones negativas que estos nuevos malos hábitos pueden tener en la población española, la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y la Fundación Española de la Nutrición (FEN), de acuerdo con los principios fundacionales de ambas Instituciones, han elaborado un informe titulado “La leche como vehículo de salud para la población”, con objeto de recoger de forma breve las evidencias científicas actuales del valor de la leche y de los productos lácteos para la salud. Este informe ha sido prologado por el Prof. D. Salvador Zamora Navarro, Catedrático Emérito de Fisiología de la Universidad de Murcia y ExPresidente de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ). El informe está accesible en http://www.finut.org/pages/publicaciones/ y en http://www.fen.org.es/archivos/imgPublicaciones/

En el primer apartado de dicho informe se describe de forma sucinta la composición y valor nutritivo de la leche y de sus efectos sobre la salud, seguido de la situación actual del consumo de leche y derivados lácteos en España y de su contribución a los requerimientos nutritivos a lo largo del ciclo de vida. Posteriormente, se comentan los efectos para la salud de determinados nutrientes de interés en la prevención de enfermedades crónicas, y que usualmente se utilizan en las leches de composición adaptada, así como las cifras de consumo de leches adaptadas en la población española.


El informe finaliza con un decálogo de mensajes clave y recomendaciones de consumo de leche y derivados lácteos que transcribimos a continuación:

1. La leche, alimento de origen animal que forma parte de la dieta humana desde el Neolítico, representa para la población una fuente fundamental de nutrientes y energía en las distintas etapas de la vida.

2. Desde un punto de vista nutricional, la leche es un alimento básico en el marco de una dieta equilibrada, ya que en su composición están presentes numerosos nutrientes esenciales para la salud y el bienestar humanos en cantidades relativamente elevadas, y con una adecuada biodisponibilidad.

3. La elevada densidad nutricional de la leche viene dada por su magnífico perfil nutricional en relación al valor calórico total, lo que la hace un alimento equilibrado, fácilmente incorporable a dietas para muy diferentes situaciones y tipologías

4. La leche aporta proteínas de alto valor biológico y es la principal fuente dietética de calcio, no sólo por su elevado contenido en este mineral, sino también por su alta biodisponibilidad, favorecida por otros componentes tales como vitamina D o fósforo, presentes y con los que actúa de manera sinérgica.

5. El consumo generalizado de este alimento fruto de los avances de la industrialización y el I+D+i ,ha contribuido decisivamente a mejorar el estado de salud de la población, alcanzando tasas de penetración en los hogares españoles superiores al 95%

6. Incluir la leche como parte básica de una dieta variada y equilibrada en el contexto de un estilo de vida saludable, es clave para mantener un adecuado balance nutricional que repercute positivamente en la salud y bienestar humanos

7. Teniendo en cuenta los requerimientos nutricionales específicos para cada grupo de población, diferentes estudios demuestran que la ingesta nutricional global de los españoles es inadecuada, en tanto que existen carencias de determinados nutrientes e ingestas superiores a las recomendadas para otros.

8. La adaptación de la leche a los distintos requerimientos nutricionales de cada una de las etapas de la vida y situaciones fisiológicas especiales, representa una oportunidad para mejorar la alimentación, ya que favorece la adecuación de las ingestas insuficientes a las recomendaciones.

9. La incorporación de este tipo de leches adaptadas en la dieta de grupos de población que no cubran las cantidades diarias recomendadas de nutrientes a través de otros alimentos, representa una ayuda práctica y útil, además de sencilla y probada científicamente, para mejorar su alimentación y, en consecuencia, su estado de salud y calidad de vida.

10. La leche, por sus características físico-químicas, por su alta penetración y frecuencia de consumo en hogares y restauración, además de su conveniencia, es un vehículo ideal para favorecer una adecuada ingesta de determinados nutrientes tales como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 3, vitamina D o calcio, actualmente deficitarios en la dieta de la población española.



Ángel Gil Hernández, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos “José Mataix”, Centro de Investigación Biomédica, Universidad de Granada y Presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT)

Gregorio Varela Moreiras, Catedrático de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, Universidad CEU San Pablo, Madrid, y Presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN)

jueves, 24 de septiembre de 2015

Noodles con verduras al dente y tiras de pollo

¡Buenos días, amigos! 
Hoy os traemos una de esas recetas que se hace en poco más de diez minutos pero cuyo resultado es increíble. La mezcla y equilibrio de sabores es espectacular, no hemos conocido a nadie que al probarla no haya querido repetir :) 
Os contamos cómo hacerla ya mismo...



464 calorías, ideal para una comida completa :) 


Ingredientes:

  • Noodles: 60 g (También puedes usar tallarines o incluso fideuá.)
  • Pechuga de pollo partida en tiras finas: 140 g ••••••••• Puedes preparar la receta en vez de con pollo con la misma cantidad de seitán, conseguirás que sea incluso más ligera y con menos grasa.
  • Pimiento verde: 50 g
  • Cebolla: 50 g
  • Puerro: 50 g
  • Calabacín: 50 g
  • 1 cucharada de postre de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas soperas de salsa de soja
  • Pimienta negra, jengibre en polvo y ajo en polvo (como una cucharada de postre entre las tres).



Elaboración:

  • Pon agua con sal a cocer en una cazuela.
  • En una sartén antiadherente coloca las verduritas picadas en tiras con el aceite caliente. Tras dos o tres minutos a fuego alto, añade el pollo partido en tiras, pon a punto de sal y déjalo así otros dos o tres minutos. 
  • Baja el fuego cuando todo esté dorado, echa unas gotas de agua con la mano y tapa la sartén. 
  • Pasados otros dos o tres minutos apaga el fuego y mantén la sartén ahí mismo. 
  • Cuando el agua de la cazuela rompa a hervir echa los noodles y mantenlos el tiempo indicado en el envase. A mí me gusta que queden al dente así que suelo tenerlos dos dos o tres minutos. Pasado ese tiempo escúrrelos y échalos en la sartén del pollo y las verduras.
  • Ahora viene el toque final: añade las especias indicadas (yo puse pimienta negra, jengibre molido y ajo en polvo, pero podéis poner las que tengáis a mano), la salsa de soja y mezcla con energía. 


martes, 22 de septiembre de 2015

Creía que era imposible adelgazar 30 kilos. Pero perdió más de 35.

ENTREVISTA pérdida de peso

Amigos, hoy os mostramos el caso de una chica que nos ha emocionado desde el primer día. A nuestra consulta acudió un poco obligada y un mucho desconfiada. Eran muchas las dietas que había probado, ninguna le había ido bien y pensaba que mantendría los kilos de más para siempre. 
Es un pensamiento muy común, pero es falso. Nadie ES gordito. Algunas personas pesan más de lo que deberían, pero si dan con el profesional que les ayude a cambiar sus hábitos alimenticios conseguirán adelgazar y lo más importante: mantener el peso que hayan perdido. 
Os dejamos con Olga, la chica que creía que sería imposible adelgazar 30 kilos y que al final consiguió perder más de 35. 



1. Cuéntanos quién eres y a qué te dedicas:
Hola, me llamo Olga y trabajo de expendedora. 


2. Antes de esta dieta, ¿habías probado alguna otra? ¿Qué tal te fue (fueron)? ¿Recuperaste el peso al terminar esa dieta (dietas)?
Sí. He probado muchas. Perdí peso que era el objetivo pero cuando las deje volví a recuperar el peso que había perdido y algún kilo más.


3. Con esta dieta, ¿cuánto peso perdiste? ¿Hace cuanto que terminaste? ¿Lo has mantenido?
He perdido 34 kilos. Acabe a principios de Julio y de momento voy manteniendo el peso. Es mas en la última semana he perdido 900 gramos.

Aquí tenéis a Olga en una boda este Septiembre.


4. ¿Qué es lo que más te ha gustado de esta dieta?
Que se puede comer todo, es una dieta muy variada y que las comidas están super ricas.


5. ¿Y lo que menos?
El pan porque me encanta pero bueno se lleva bien te acostumbras y el día que puedes comer unos gramos lo disfrutas al máximo.


6. Explícanos las diferencias principales entre tu antigua alimentación y la actual.
Picaba mucho entre horas y cuando llegaba la hora de comer casi no comía pero al rato tenía hambre y otra vez a picar. Ahora hago 5 comidas diarias y no paso hambre no necesito picar entre horas.


7. ¿Practicas deporte? ¿Con cuánta frecuencia?
Cuando empecé la dieta sí caminaba 1 hora diaria. Ahora ando un poco mas liada y con algún problemilla y la verdad que casi no salgo andar. Procuro subir escaleras en vez de ascensor, nadar un poquito cuando voy al piscina y mi hija me lo permite ja ja ja. 


8. ¿Merece la pena el esfuerzo físico y la dieta?
Sí, yo estoy super contenta. Me ha cambiado la vida.


9. ¿Crees que mantendrás este estilo de vida de aquí en adelante?
Sí, porque ya me han enseñado los hábitos, la manera de cocinar, las cantidades y que alguna vez nos podemos dar algún capricho.


Yo empecé hace 1 año la dieta obligada por mi médico de cabecera (por salud) y por mi madre. Cuando fui por primera vez a la consulta Roberto y María me parecieron super majos y agradables, pero el reto que me propuso Roberto me pareció una locura tenia que perder 30 Kilos, imposible, pensé en ese momento. 
Los primeros 15 días cuando vi la dieta todo pesado y esas cantidades pensé que me iba a quedar con hambre, pero no, al revés, y cuando llegue a los 15 días y me pesó Roberto y había perdido 4 Kilos y sin pasar hambre. Me animó muchísimo. 
A día de hoy solo puedo decir que estoy muy contenta, me ha cambiado la vida y que estoy muy agradecida a Roberto y María son unos cracks. Muchas gracias chicos.


•••••• Si te apetece leer más casos como el de Olga, haz clic AQUÍ ••••••


jueves, 17 de septiembre de 2015

Bollos de canela y cardamomo

¡Muy buenos días, amigos! 
Hoy os traemos una receta super especial. 
La hemos probado este verano y tal fue el éxito que la repetimos varias veces cuando tuvimos invitados en casa.

Bollos de canela y cardamomo

Se trata de unos bollitos de canela de origen sueco. No puedo describir el gustito que da no solo tocarlos con los dedos, sino olerlos (la canela y el cardamomo son la clave), apretarlos un poquito, morderlos y sentirlos crujientes por fuera y blanditos por dentro... 
Además como son más bien pequeños es un lujo que podemos darnos de vez en cuando sin estropear el perfil de nuestra alimentación. 
Lo mejor es que los que no hornees puedes congelarlos e ir sacándolos y hacerlos en el acto cuando apetezcan. 
La receta no es de las más fáciles que hemos publicado, la verdad, tiene unos cuantos pasos pero repito, hacerla de vez en cuando, merece la pena :) 



Con estas cantidades salen 32 bollitos, cada uno pesará aproximadamente 30 g. 
Cada bollito aporta 70 calorías si lo hacemos con sacarina o estevia o bien 90 calorías sin empleamos azúcar.


¿Cómo y cuándo tomarlos si estás a dieta?
  • En el desayuno: 2 bollitos con un vaso de leche desnatada (con o sin café) y una pieza de fruta (si eres un chico, mejor 3 bollitos).
  • En la merienda: 2 bollitos con una infusión  (si eres un chico puedes tomar 3 bollitos o bien un café con leche en lugar de la infusión).


INGREDIENTES

MASA:
- 500 g de harina
- 1 huevo
- 80 g de mantequilla baja en calorías (usamos la de la Asturiana con la mitad de calorías que la normal)
- 200 mL de leche desnatada
- 80 g de azúcar (o bien 20 g de estevia)
- 25 g de levadura fresca (se puede comprar en la sección de frío de cualquier supermercado)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada sopera de semillas de cardamomo molido (compramos un botecito de cristal en la sección Gourmet de El Corte Inglés)

RELLENO:
- 40 g de azúcar (o bien 10 g de estevia)
- 2 cucharadas soperas de canela
- 65 g de mantequilla baja en calorías



ELABORACIÓN

  1. Templa la leche indicada en el microondas y pon un poquito (menos de la mitad) en un cuenco. Disuelve en ella la levadura. Cuando esté disuelta añade el resto de leche y mezcla bien.
  2. Derrite la mantequilla y añádela al cuenco de la leche y la levadura.
  3. Añade ahora el resto de ingredientes: la harina, el huevo entero, las semillas de cardamomo molidas, una pizca de sal y el azúcar indicado.
  4. Ahora toca "hacer brazo": debes amasar la mezcla con las manos durante unos 20 minutos. Transcurrido ese tiempo pon la masa en el cuenco y tápala con un trapo limpio. Ahora tendrá que reposar una hora. 
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  1. Una vez haya reposado dividimos la masa en dos partes para trabajarla de dos veces. Tomamos el primer trozo y lo amasamos formando un rectángulo de unos 30 x 50 centímetros. (Coloca la parte más larga de frente a ti.) 
  2. En un cuenco pequeño pon la mitad de la mantequilla indicada para el relleno, la mitad del azúcar y la mitad de la canela. Derrítelo y extiende esta mezcla por encima del rectángulo de masa (puedes hacerlo con los dedos o bien con una brocha).
  3. Lo siguiente es doblar la masa a lo ancho de dos veces, tal como indicamos en el dibujo:
  4. Una vez tengas la masa doblada debes partirla en 16 pedazos y practicar unos cortes a cada una de las porciones tal como indicamos en el imagen: 
  5. Cada una de esas 16 porciones será un bollito. Para formarlo debes cortarlo con un cuchillo por la mitad SALVO el último centímetro superior. Una vez practicados los cortes deberás tomar cada porción y "trenzarlas" (enrollar como creando un churrito) formando un bollito. Colócalos sobre la bandeja de horno (sobre un pedazo de papel de horno).
  6. Deja reposar entre media y una hora más, y estarán listos para ser horneados. Justo antes de hornearlos píntalos con un huevo batido para que queden más bonitos.
  7. Calienta el horno a 220 º centígrados y hornea durante 8 minutos. Sírvelos calientes y disfruta...

Son muchos pasos pero el resultado es espectacular... Y como además se pueden congelar e irlos horneando poco a poco bastará trabajar una vez para tener una buena tanda de bollitos. 
¡Que los disfrutéis! 



martes, 15 de septiembre de 2015

Piedras en el riñón: alimentación y medidas preventivas

¿Tienes tendencia a sufrir cálculos renales? Echa un vistazo a estas recomendaciones, te vendrán muy bien para reducir el riesgo sufrirlos de nuevo :)


Antes de nada… ¿por qué se forman los cálculos?
En la orina se encuentran disueltas diversas sustancias en equilibrio (calcio, ácido úrico, fosfatos…). Cuando ese equilibrio se rompe por diferentes causas (cambios en la acidez de la orina o en el metabolismo de esos compuestos) se forman agregados que van creciendo hasta formar los cálculos o “piedras”.
A esa enfermedad, donde se producen cálculos en el aparato urinario, se le llama “Litiasis renal”, “Nefrolitiasis” o “Piedra en el riñon” más popularmente.



Hay distintos tipos de cálculos según su composición química. Pero hay unas medidas higienico-dietéticas comunes para la litiasis renal, las comentaremos ahora mismo.
(No obstante tras esas pautas os dejamos una tabla en donde se explica en detalle cómo debería ser la alimentación según el tipo de cálculo renal).



Medidas para la prevención de los cálculos renales:


1- Bebe entre 2,5 y 3 litros de agua a lo largo del día. Lo ideal sería dos vasos en cada toma y luego un vaso cada dos tres horas.

2- Mantén un peso adecuado (con eso te podemos ayudar nosotros :)

3- No abuses de la sal.

4- No consumas más de 120-150 g de carne o pescado (en total) al día.

5- Modera mucho la ingesta de azúcares y dulces.

6- Evita o minimiza el consumo de alcohol.

7- Evita altas pérdidas de líquidos (estando bien hidratado siempre, en especial cuando hagas ejercicio o haga mucho calor).

8- Realiza un ejercicio moderado con frecuencia.

9- Duerme lo suficiente.

Si sigues estos consejos tan sencillos y saludables tendrás menos probabilidad de volver a sufrir los dolores que se asocian con los cálculos. Merece la pena, ¿verdad?



Bibliografía:
  • Tratado de Nutrición y Alimentación, José Mataix Verdú.
  • Fisiología, Berne y Levy.
  • Fundamentos de Fisiopatología, A. Esteller.
  • Dietoterapia, Krause.
  • Nutriguía, Requejo y Ortega. 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Albóndigas de soja con tomate y patatas fritas

Queridos amigos, 
hoy os mostramos una receta sabrosisíma y muy sencilla. Si no os gusta la soja podéis hacerla con carne picada, pero os recomendamos hacerlas así para ir cogiéndole el gustillo a la soja texturizada. Tanto si consumes carne como si no, este alimento te sacará de más de un apuro: se prepara en pocos minutos, es sabroso, nutritivo, muy versátil (podemos preparar albóndigas, hamburguesas o usarlo como si fuese carne picada (musaka, canelones, berenjenas rellenas...) y ligero. 
Con la receta que os presentamos hoy estamos seguros de que os chuparéis los dedos... Nadie que la haya probado ha dejado una pizca de salsa...




Calorías por ración: 382, ideal para una cena. 



Ingredientes para dos raciones:

Soja texturizada: 80 g
Harina de trigo: 40 g
Huevos: 1
Cebolla: 30 g
Ajo: 2 dientes
Vino blanco: 100 mL
Agua: 200 mL
Tomate frito: 3 cucharadas
Aceite de oliva virgen extra: 1 cucharada de postre
Especias a tu gusto, pero al menos 1 hojita de laurel

* Patatas: 200 g
* Aceite de oliva virgen extra: 1 cucharada de postre


Elaboración:
  1. Cuece la soja en agua con un poquito de sal. Cuando haya cocido unos 3 minutos retírala del agua y reserva bien escurrida. Entre medias parte la cebolla en trocitos muy pequeños, reserva un poquito (como un tercio) y el resto échalos a un cuenco. 
  2. Echa en el cuenco el huevo, la mitad de la harina indicada, un diente de ajo picadito y la soja hidratada. Mezcla hasta formar una masa homogénea. (puedes echar las especias que más te gusten para darles más sabor: pimienta negra, comino, tomillo...)
  3. Es hora de preparar las bolitas: pon el resto de la harina en un plato. Mójate las manos cada vez que toques la masa (así no se te pegará). Toma un puñadito de la masa y prepara una bola. Cuando esté bien formada pásala por la harina y reserva apartada. Repite la operación tantas veces como albóndigas prepares.
  4. Ahora vamos con la salsa: calienta en una cazuela antiadherente el aceite indicado. Echa las albóndigas junto a la cebolla que reservaste y deja que se doren. Cuando estén doradas retíralas en esa misma cazuela y sin añadir más aceite echa un machado de ajo y vino blanco. Añade el agua indicada, el laurel y la salsa de tomate. Deja que espese la salsa a fuego lento y sírvelas bien calientes.
* Puedes dejarlas reservadas de un día para otro pues cogerán aún más sabor. 


Las patatas fritas que veis en la fotografía están hechas con un aparato llamado Actifry (hay muchos aparatos parecidos en el mercado, puede servir cualquiera). Tiene la ventaja de que cocina con muy poca cantidad de aceite (¡con media cucharada basta y sobra!).
Pero también se pueden hacer al horno o incluso al microondas :) 


miércoles, 9 de septiembre de 2015

Recupera el ritmo: EL PAIS

¡Buenos días, amigos!

Hoy os traemos un artículo del periódico El País en el que hemos colaborado recientemente.
Hablamos de cómo retomar las buenas costumbres alimenticias tras el desorden veraniego. Y también se dan consejos para (re)engancharse al deporte.

Os dejamos el enlace pinchando en la imagen :)




jueves, 3 de septiembre de 2015

Comidas del mundo V: SUECIA y la Pytt i panna.

¡Bienvenidos, amigos! 
Ya estamos de regreso tras las vacaciones y tenemos preparada una gran batería de recetas sorprendentes, riquísimas, fáciles de hacer, sabrosas y muy ligeras. Cuidarse y disfrutar con la comida no es imposible y este año seguiremos demostrándolo cada semana :) 

Si tenéis Instagram podéis seguirnos en nuestra cuenta (somos La dieta ALEA y etiquetamos las fotos así: #ComeRico #ComeSano).


Tras este pequeño preludio vamos allá con la receta de hoy: Pytt i panna acompañada con una ensalada de melocotón y roquefort... (id preparando los dedos, ¡os los chuparéis todos!).


La primera vez que probé esta receta fue cuando era una niña. Mi familia hizo un fugaz viaje a Madrid y una amiga de mis padres en esa época estaba trabajando en un restaurante sueco. Pero sueco de verdad. 
Recuerdo que el dueño nos explicó algunos platos que tenían una pinta maravillosa y al final nos decantamos por un menú degustación para así probar un poquito de la gastronomía sueca. 
Uno de los platos fue la famosa Pytt i panna (en mi mente se escribía pitipana). Años después, y habiéndola hecho en casa un montón de veces, encontré una novela en la que los protagonistas cenaban justamente ese plato. 
Y hoy os la muestro a vosotros, para que la disfrutéis algún día. Estoy segura de que a los niños de la casa les volverá locos...


INGREDIENTES:
- 200 g de patata
- 50 g de pechuga de pavo baja en grasa y en sal
- 1 huevo de corral
- 1 cucharada de postre de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de ketchup

• 40 g de espinacas baby (o canónigos)
• 1 melocotón pequeño
• 30 g de queso roquefort
• Un chorrito de crema de vinagre

:) SÓLO 554 CALORÍAS (Ideal para una comida completa.)

ELABORACIÓN:

* La ensalada será tan sencilla como... Colocar las espinacas (o canónigos) en un plato, añadir el melocotón troceado en pedacitos y el queso roquefort en dados. Salamos una pizca y añadimos un chorrito de crema de vinagre. Puedes dejarla reposar un poco para que esté más blanda.

* En cuanto a la pytt i panna: 
1. Pela las patatas y pártelas en dados de un centímetro de lado.
2. Para prepararlas: de forma original hay que freírlas, pero como queremos hacer un plato saludable vamos a pasar de la fritura y vamos a llevar a cabo un truco. Las prepararemos solo con 1 cucharada de postre de aceite. ¿Cómo? Tenemos varias opciones.
  • 1ª Con un aparato tipo Actifry (es como yo lo hice, quedan estupendas).
  • 2ª En el horno: se colocan las patatas sobre un papel del horno, se añade sal y el aceite indicado y se mezcla bien. Se introduce en el horno sobre la bandeja a unos 200 grados durante 6 minutos. Pasado ese tiempo se sacan y se mueven un poquito. Después otros 6 minutos y deberían estar en su punto.
  • 3ª En el microondas: Quizá esta sea la opción más arriesgada porque no siempre quedan bien, pero es muy sencillo. Tan solo debes introducir las patatas en el microondas durante 4 minutos (saladas y con el aceite indicado). Sacarlas, moverlas, y otros 3 minutos. Seguramente haga falta otra tanda de 3 minutos, pero asegúrate.
3. En lo que se hacen las patatas prepara un revuelto en una sartén antiadherente con el huevo y el fiambre de pavo troceado. 
4. Para terminar, mezcla las patatas con el revuelto y sirve acompañado con un chorrito de ketchup.  


Puedes seguirnos en...






martes, 1 de septiembre de 2015

Consejos para alimentarse bien

¡Bienvenidos, amigos! 
Tras unas semanas de desconexión en las que nos ha dado tiempo a casi todo regresamos con más fuerza que nunca, con muchos proyectos hirviendo en nuestras cabezas y sobre todo repletos de ilusión. 

Empezamos con fuerza. Y si no, mirad la siguiente pregunta...

La dieta ALEA


Las respuestas a esta pregunta son tan variadas, complejas y personales que tratar de hacer una lista que englobara todas sería imposible. 
Para unos sería el amor, para otros el trabajo, la amistad, unas vacaciones, un piso nuevo, un coche que no se pare... ¡Cada uno de nosotros tendríamos miles de respuestas! 

Pero a pesar de la gran dificultad para dar con las respuestas más importantes, creo que hay una (y estoy segura de que estaréis de acuerdo conmigo) que quizás tenga más valor que ninguna otra: SALUD.
Porque, ¿de qué serviría tener todo lo que uno desea si no puede disfrutarlo con salud? Somos lo que comemos. Comiendo bien cuidaremos nuestro cuerpo y nuestra salud.

El verano suele ser una época complicada en lo que a alimentación se refiere. A pesar de las que recetas parecen más ligeras (ensaladas, gazpachos, sándwiches...) lo cierto es que casi todo el mundo tiene más vida social y acaba comiendo más que habitualmente. Tomamos más refrescos, más tapas, helados, que si un tinto de verano por aquí, que si un pastelito por allá... 
Aunque uno trate con toda su alma de "portarse bien" no es una tarea nada fácil. Sin embargo esta época loca va tocando a su fin y por fin uno puede ponerse en serio de nuevo retomando las viejas y buenas costumbres.
Para haceros la vuelta a la vida normal más sencilla vamos a daros algunos trucos :) 


En vacaciones, inevitablemente desatendemos la nevera (y la despensa en general) más de lo que deberíamos. El resultado es que cuando la abres te das cuenta de que faltan yogures, hortalizas y de que sobran cosas que han rebasado la fecha de caducidad.
Colócate delante del frigorífico diez minutos y reorganiza su interior. Será mucho más sencillo estar bien alimentado si la despensa está organizada.

Tras recolocar el frigorífico toma papel y lápiz y anota todos los alimentos que necesitas reponer. No olvides pasarte por la frutería y hacer acopio de verduras, hortalizas y frutas. 
Procura ir a la compra con el estómago calmado (sin hambre), así indudablemente, tu compra tendrá un mejor perfil.

Sí, organiza incluso este punto. Saber qué vas a comer y a cenar de antemano (incluso dejarlo cocinado el día antes) te ayudará a seguir un plan de alimentación más riguroso y equilibrado. Evitarás con más facilidad el comer comida rápida o precocinada.

Empieza el día llenando tu cuerpo de nutrientes y energía. En un desayuno completo no deberían faltar un lácteo (ya sea leche (mejor desnatada), un yogur (mejor desnatado) o un pedacito de queso (mejor sin grasa)), una fruta (mucho mejor una pieza entera que en zumo) y una ración de cereales (pan, galletas o cereales). 

No te pases usando aceite. Elige aceite de oliva virgen extra, pero repetimos, no abuses de la cantidad. Un exceso no aportará más beneficios sino un montón de calorías que no necesitas. 

La mitad de las comidas y cenas debería estar hechas en base a verduras y hortalizas. De esa forma tu salud intestinal (y general) se verá favorecida. Si de las dos veces que tomas verduras al menos una lo haces en fresco, mejor que mejor.

A la hora de cocinar tus comidas y cenas no te olvides de incluir una ración de hidratos de carbono. Cuando uno quiere cuidarse a menudo retira alimentos como pasta, arroz, pan, legumbres o patata. Y no hay mayor error, amigos. Todos esos alimentos deberían incluirse tanto en la comida como en la cena. 
Por otro lado, incluye también una ración de proteínas: lácteos, huevos, carnes, pescados azules y pescados blancos. Ve alternando entre todas esas opciones y trata de tomar menos carne roja y más pescado azul. 

Típico consejo, seguro que no hay nadie que no lo conozca, ¿verdad? Y sin embargo es tan importante que no nos cansaremos nunca de repetirlo :) Hacer cinco comidas al día hace que nuestro cuerpo no tenga que esforzarse al límite para trabajar, vamos dándole las dosis de energía y nutrientes que necesita poco a poco y eso nos hará sentirnos más fuertes física y anímicamente. 



¿Cómo lo veis? ¿Os parece muy complicado? ¿Hay algún punto que se os trabe más que otro? ¿Incluiríais algún truco más...?

Este año nos proponemos acercaros un montón de trucos, recetas y artículos que harán de todo esto una rutina muy sencilla. Tan cómoda y buena que nunca querréis dejar de cuidaros.
¡Feliz vuelta al trabajo, a la universidad y casa!