martes, 1 de septiembre de 2015

Consejos para alimentarse bien

¡Bienvenidos, amigos! 
Tras unas semanas de desconexión en las que nos ha dado tiempo a casi todo regresamos con más fuerza que nunca, con muchos proyectos hirviendo en nuestras cabezas y sobre todo repletos de ilusión. 

Empezamos con fuerza. Y si no, mirad la siguiente pregunta...

La dieta ALEA


Las respuestas a esta pregunta son tan variadas, complejas y personales que tratar de hacer una lista que englobara todas sería imposible. 
Para unos sería el amor, para otros el trabajo, la amistad, unas vacaciones, un piso nuevo, un coche que no se pare... ¡Cada uno de nosotros tendríamos miles de respuestas! 

Pero a pesar de la gran dificultad para dar con las respuestas más importantes, creo que hay una (y estoy segura de que estaréis de acuerdo conmigo) que quizás tenga más valor que ninguna otra: SALUD.
Porque, ¿de qué serviría tener todo lo que uno desea si no puede disfrutarlo con salud? Somos lo que comemos. Comiendo bien cuidaremos nuestro cuerpo y nuestra salud.

El verano suele ser una época complicada en lo que a alimentación se refiere. A pesar de las que recetas parecen más ligeras (ensaladas, gazpachos, sándwiches...) lo cierto es que casi todo el mundo tiene más vida social y acaba comiendo más que habitualmente. Tomamos más refrescos, más tapas, helados, que si un tinto de verano por aquí, que si un pastelito por allá... 
Aunque uno trate con toda su alma de "portarse bien" no es una tarea nada fácil. Sin embargo esta época loca va tocando a su fin y por fin uno puede ponerse en serio de nuevo retomando las viejas y buenas costumbres.
Para haceros la vuelta a la vida normal más sencilla vamos a daros algunos trucos :) 


En vacaciones, inevitablemente desatendemos la nevera (y la despensa en general) más de lo que deberíamos. El resultado es que cuando la abres te das cuenta de que faltan yogures, hortalizas y de que sobran cosas que han rebasado la fecha de caducidad.
Colócate delante del frigorífico diez minutos y reorganiza su interior. Será mucho más sencillo estar bien alimentado si la despensa está organizada.

Tras recolocar el frigorífico toma papel y lápiz y anota todos los alimentos que necesitas reponer. No olvides pasarte por la frutería y hacer acopio de verduras, hortalizas y frutas. 
Procura ir a la compra con el estómago calmado (sin hambre), así indudablemente, tu compra tendrá un mejor perfil.

Sí, organiza incluso este punto. Saber qué vas a comer y a cenar de antemano (incluso dejarlo cocinado el día antes) te ayudará a seguir un plan de alimentación más riguroso y equilibrado. Evitarás con más facilidad el comer comida rápida o precocinada.

Empieza el día llenando tu cuerpo de nutrientes y energía. En un desayuno completo no deberían faltar un lácteo (ya sea leche (mejor desnatada), un yogur (mejor desnatado) o un pedacito de queso (mejor sin grasa)), una fruta (mucho mejor una pieza entera que en zumo) y una ración de cereales (pan, galletas o cereales). 

No te pases usando aceite. Elige aceite de oliva virgen extra, pero repetimos, no abuses de la cantidad. Un exceso no aportará más beneficios sino un montón de calorías que no necesitas. 

La mitad de las comidas y cenas debería estar hechas en base a verduras y hortalizas. De esa forma tu salud intestinal (y general) se verá favorecida. Si de las dos veces que tomas verduras al menos una lo haces en fresco, mejor que mejor.

A la hora de cocinar tus comidas y cenas no te olvides de incluir una ración de hidratos de carbono. Cuando uno quiere cuidarse a menudo retira alimentos como pasta, arroz, pan, legumbres o patata. Y no hay mayor error, amigos. Todos esos alimentos deberían incluirse tanto en la comida como en la cena. 
Por otro lado, incluye también una ración de proteínas: lácteos, huevos, carnes, pescados azules y pescados blancos. Ve alternando entre todas esas opciones y trata de tomar menos carne roja y más pescado azul. 

Típico consejo, seguro que no hay nadie que no lo conozca, ¿verdad? Y sin embargo es tan importante que no nos cansaremos nunca de repetirlo :) Hacer cinco comidas al día hace que nuestro cuerpo no tenga que esforzarse al límite para trabajar, vamos dándole las dosis de energía y nutrientes que necesita poco a poco y eso nos hará sentirnos más fuertes física y anímicamente. 



¿Cómo lo veis? ¿Os parece muy complicado? ¿Hay algún punto que se os trabe más que otro? ¿Incluiríais algún truco más...?

Este año nos proponemos acercaros un montón de trucos, recetas y artículos que harán de todo esto una rutina muy sencilla. Tan cómoda y buena que nunca querréis dejar de cuidaros.
¡Feliz vuelta al trabajo, a la universidad y casa!