jueves, 2 de julio de 2015

¿Te apetece un cupcake?

El de hoy es un post diferente, quizá con un tinte más personal que el resto. Y es que tanto a Roberto como a mí nos emocionan las historias de emprendimiento. Y cuando conocimos esta, que además tiene que ver con la alimentación, supimos que teníamos que compartirla con todos nuestros lectores.

Porque... ¿a quién no le ha apetecido un cupcake algún día?



Sí, habéis leído bien: un cupcake. Tomar un dulce de vez en cuando no estropea nuestra alimentación. Tomándolo con sentido común todos nosotros podemos disfrutar de un alimento así (y quien dice cupcake dice cualquier otro tipo de dulce/pastel) incluso estando a dieta. 

Primero vamos a contaros esta bonita historia y después os daremos la clave para que podáis disfrutar sin remordimientos de un rico cupcake. 



Hace unos meses varias personas nos hablaron de un lugar nuevo en nuestra ciudad, Salamanca, en donde se podían degustar unos cupcakes increíblemente ricos. Una tarde pasamos por allí Roberto y yo y nuestra sorpresa cuando conocimos a la artífice del local fue gigante: resulta que Toni, la dueña del establecimiento era una vieja conocida de nuestra clínica ALEA.
Hoy vamos a contaros su preciosa historia:

Toni nació y vivió  durante muchos años en California, en una ciudad idílica llamada Sunnyvale (¡solo el nombre es evocador!). 



Su historia comienza mucho antes con sus abuelos paternos (casi destinados a estar juntos) entrando a Estados Unidos uno por la isla de Elis y otra por Cuba. 


Resulta que los dos eran del mismo pueblo, Macotera y terminaron formando una familia. Un hijo de la pareja regresó a Macotera y allí se casó, yéndose juntos de nuevo a Sunnyvale. Y allí nació la preciosa Toni, causante de este artículo. Ella misma nos lo cuenta: 

"Mi afición por la repostería empezó cuando era pequeña y ayudaba a mi madre a hacer tartas y pastas para las fiestas familiares
Mi familia paterna también era muy aficionada a hacer muchas cosas ricas para dichas reuniones y así es como poco a poco fui haciendo yo sola mis pinitos. 



Los cupcakes surgieron cuando me apuntaron a la liga de baseball y después de cada partido era tradición que una madre se encargara de llevarlos para todas las jugadoras, a mí me encantaba hacerlos.

Cuando mi padrea se jubiló nos trasladamos a España y yo siempre estaba haciendo tartas, bollos y cookies para los cumpleaños de mi familia y amigos. 
Con esa inquietud un día vi que había un modulo de repostería y con 42 años me matriculé. Me lo tome muy enserio, no solo por que me encantaba, sino también porque había una beca para Finlandia de seis semanas a los mejores expedientes y yo deseaba ir. Animada por mi marido a ir a por ello, lo conseguí y fue una bonita experiencia.


Acabé en junio del año pasado y como mi deseo siempre había sido tener una pequeña pastelería casera de cupcakes, cookies, tartas, etc y me lancé a la aventura, otra vez animada por mi marido, y así poder hacer todas aquellas recetas familiares para que la gente las pueda probar. 




Así empieza mi pequeña aventura empresarial que espero 
que no tenga final 
y se mantenga en el tiempo."




Este es el local de Toni, podéis degustar una de sus creaciones en la Calle POZO AMARILLO, 28, SALAMANCA. 






¿Cómo tomar un cupcake si estás a dieta?
Menuda pregunta. Pues con la boca, pensaréis. ¡Claro! Con la boca pero también con la cabeza. Algunas personas se declaran "adictas al dulce", nos cuentan que si empiezan no pueden parar. Pero en verdad todo es costumbre.
Si somos lógicos entenderemos que no podemos comernos una tarta entera o desayunar todos los días tres croissanes, por muchos motivos: nuestra salud empeororará y casi seguro iremos engordando...
Pero, ¿y si aprendemos a hacerlo con cabeza? ¿Y si nos damos un capricho de vez en cuando (sin abusar)?

Pues es precisamente lo que os proponemos en el artículo de hoy: que degustéis un cupcake, una cookie o similar (si estáis en Salamanca id a conocer a Toni...) junto con una infusión, refresco sin calorías o agua fresquita como una merienda especial
No es algo que podemos hacer a diario, pero de vez en cuando, sí :) 



Por cierto, Toni también hace tartas (increíblemente ricas, sabrosas, únicas, deliciosas...) por encargo, aquí os dejamos una foto rápida que le hicimos el otro día: