AUTORA Raquel León || Nutricionista-Dietista
El consumo de frutos
secos es habitual pero quizás no en cantidades considerables ni consumidos de
la forma más saludable.
Las poblaciones que más
frutos secos consumen son las de la zona del Mediterráneo y los vegetarianos.
Por ejemplo, en las poblaciones del Mediterráneo el consumo puede ser
aproximadamente de 6 g por persona y día, y los vegetarianos pueden llegar a
ingerir hasta 88 g día.
Aún así, su contribución
a la dieta de la población en general no es muy importante, a pesar de que su
aporte de nutrientes es muy interesante.
Veamos porque deberíamos
consumir más frecuentemente frutos secos y como hacerlo de una forma saludable.
¿Qué nos aportan?
Energía
Una de las principales
características de los frutos secos es el aporte calórico, debido a que apenas
contienen agua y al contenido considerable de grasas.
Las calorías pueden
oscilar de 5,3 kcal/g a 6,6 kcal/g, de los lípidos de 51 a 73 g/100 g.
Las castañas, por
ejemplo, contienen más agua e hidratos de carbono en su composición, por ello
aportan unas 2 kcal/g.
Aunque en general son
alimentos de elevado contenido energético, procedente principalmente de los
lípidos, el tipo de lípidos que contienen son en una muy elevada proporción de
características y propiedades altamente recomendables.
Proteínas
El aporte proteico puede
variar entre un 19 % (almendras) y un 14 % (piñones, avellanas o nueces).
Aun siendo un tipo de proteína
“no completa”, como la de la carne o el pescado, contiene una proporción
elevada de arginina. Este aminoácido está asociado al correcto
funcionamiento del sistema cardiovascular.
Lípidos
Los ácidos grasos que
contienen los frutos secos son en su mayoría insaturados, principalmente monoinsaturados (aproximadamente el 60
% del total de los lípidos de su composición). Hay frutos secos ricos en ácido linoleico, como cacahuetes o
nueces; y ricos en oleico, como
avellanas, almendras o pistachos. Por ello tienen cualidades beneficiosas sobre
el sistema cardiovascular.
Además no contienen colesterol, ya que son
alimentos de origen vegetal, además de contener esteroles vegetales que reducen la absorción del
colesterol a nivel intestinal así como aumenta la eliminación de colesterol en
las heces.
Vitaminas
Es notable el aporte de
sustancias antioxidantes, como la vitamina
E, que se encuentra en elevadas concentraciones en almendras y avellanas,
por ejemplo. Un dato que nos puede dar una idea del aporte de esta vitamina es
que las nueces y el aceite de oliva aportan cantidades similares.
También aporta vitaminas del grupo B, como el ácido fólico, que interviene en el
correcto desarrollo de las células sanguíneas, en el correcto funcionamiento
del sistema nervioso, entre otros, que está presente de forma considerable en
los cacahuetes.
Indicar que también aportan cantidades considerables tiamina, niacina y riboflavina.
Minerales
El contenido de
minerales como el calcio, magnesio,
cobre, fósforo, selenio, zinc es
remarcable. Al igual que su bajo
contenido en sodio.
Entre ellos Las
almendras tienen contenidos importantes de calcio, las nueces de selenio.
Sus funciones son contribuir al correcto funcionamiento del
sistema nervioso, del sistema cardiovascular o control de la presión sanguínea.
Fibra
Es notable la cantidad
de fibra que tienen (de 3,8 a 8,8 g/100g) comparados con frutas
y verduras frescas (0.4 a 2.5 g/100g), lo que facilitan el tránsito intestinal,
mantienen la sensación de saciedad, ayuda a controlar los niveles de glucosa en
sangre y los ácidos grasos se absorben más lentamente y reduce la absorción de
colesterol.
Beneficios
para la salud
Hemos mencionado los beneficios cardiovasculares, la
reducción del colesterol o que favorece el tránsito intestinal; pero además hay
estudios que han concluido que puede reducir el riesgo de padecer diabetes tipo
II, que puede reducir el riesgo de mortalidad y se están llevando a cabo
estudios sobre posibles propiedades anticancerígenas e incluso una relación
entre su consumo y una menor incidencia de sobrepeso y obesidad.
Cómo incluir los frutos secos en nuestra dieta
No solo se pueden comer
frutos secos como snacks fritos o salados, con cantidades extras de grasas y
sal poco recomendables.
Se pueden añadir al
yogur, a ensaladas, junto con cereales integrales de desayuno, en purés, en
panes, con carne, pescado, para hacer cremas… Se pueden añadir a todas las
comidas del día por su versatilidad.
La cuestión es tomarlos
en cantidades no excesivas, un puñado, una cucharada… y siempre crudos o
tostados, evitando los fritos y salados.
Además, es un alimento
muy a tener en cuenta por personas que practican deporte, ya que tras un
entrenamiento pueden ser una fuente rápida y sana de energía y minerales.
Bibliografía:
Seminario
International
Nut and Dried Fruit Council.
Estudios de la FAO:
Valor nutricional- Frutos
secos y salud. Composición y su valor nutricional. Dr. Ramon Segura. Departament de Ciències Fisiològiques de la
Facultat de Medicina - Universitat de Barcelona
Valor nutricional- Frutos secos y salud. Efectos de los frutos secos sobre la salud: Alimentos
clave en la prevención de diversas enfermedades. Sleiman R, Rodrigo L, Salas-Salvadó J.
Efecto de los frutos secos sobre la salud. Alimentos clave en la prevención de
diferentes enfermedades. Alimentación, Nutrición y Salud 2002; 9: 51-58.
www.fao.org