viernes, 28 de febrero de 2020

Pan de molde casero

Queridos lectores, aquí os dejamos una de las recetas sorpresa de lo que va de curso (diría que es una de las mejores del blog): una receta de pan de molde casero fácil, sencillo y barato.
El pan casero es más saludable que el que podemos comprar envasado y desde luego es mucho más tierno y sabroso.



Nosotros solemos prepararlo el domingo por la mañana y así lo tenemos disponible para el desayuno del resto de la semana. Con esta receta saldrán unas 20-22 rebanadas finitas.

Para desayunar en el plan 1 de la dieta ALEA tomaríamos 2 rebanadas.
Para el plan 2: 3 rebanadas.
Para el plan 3: 4 rebanadas.
Y para el plan 4: 5 rebanadas.

Además tomaríamos una pieza de fruta o 15 g de frutos secos naturales y un vaso de café con leche desnatada o bebida vegetal :)

Sin más... ¡vamos a por la receta!

Ingredientes:
  • 300 g de harina*
  • 10 g de levadura de panadero
  • 1 cucharada de postre de azúcar
  • 1/2 cucharada de postre de sal
  • 20 g de mantequilla
  • 120 ml de leche desnatada
  • 80 ml de agua templada
* La primera vez usamos harina integral y nos encantó el sabor (mil veces mejor que cualquier marca conocida), pero levantó muy poquito. Así que repetimos la receta con harina blanca y aprovechamos ese día para hacer las fotografías.
Otro día la rehicimos usando harina integral y levadura química y quedó estupendo :)



Elaboración:


1. Echamos el azúcar en el vaso de agua templada junto a la levadura. Esperamos unos 3-4 minutos.


2. Juntamos la harina, la sal y la leche en un cuenco amplio y añadimos por encima el agua que contenía la levadura y el azúcar.

3. Mezclamos muy bien hasta formar una bola de masa. En este punto añadimos la mantequilla (yo la derrito un poquito para que se mezcle mejor) y volvemos a amasar.
¡Que nadie tenga miedo! En esta receta no hay que amasar durante mucho tiempo, nada más el que necesite la masa para incorporar todos los ingredientes. Más menos unos 3-4 minutos.
Tras ese tiempo tendréis algo como esto:



4. Ahora ponemos la masa dentro del cuenco y la tapamos con un trapo de algodón.
La vamos a dejar reposar durante una hora a temperatura ambiente.
Tras ese tiempo duplicará (o algo más) su tamaño y quedará súper esponjosa:



5. Tras esa hora de reposo... La aplastamos formando un rectángulo que tenga el ancho del molde que usaremos.
Yo lo pongo cerquita y así me guío: ni me paso ni me quedo corto :)



6. Ahora vamos a doblar la masa sobre sí misma tal como se ve en la imagen: cogemos el tercio inferior y lo doblamos sobre la masa.



7. Después, doblamos el tercio superior y nos quedará algo como esto:



8. Repetimos la operación una vez más. Y al terminar colocamos el rollo de masa dentro del molde (no será necesario untarlo con aceite ni espolvorearlo con harina), lo tapamos de nuevo con el paño y lo dejamos reposar otra hora más a temperatura ambiente.



9. Pasada esa hora lo encontraréis más grande y esponjoso.
En este punto hemos de pintarlo con huevo batido y lo llevamos al horno.
Estará unos 35 minutos a 175ºC.



Una vez lo saquéis del horno tendrá este precioso aspecto :)



En cuanto temple un poquito podéis desmoldarlo.



Partidlo en rebanadas finitas (como de 1 centímetro o centímetro y medio), cada una de ellas pesará unos 20-25 g.
Se conserva perfectamente 4-5 días si lo metéis bajo una campana de cristal o lo guardáis en una bolsa de algodón o lo tapáis con un trapo de algodón.