martes, 4 de julio de 2017

¿Un zumo o un batido cuentan como ración de fruta o verdura?




Antes de contestar a esta pregunta vamos a aclarar conceptos:

- Batido
Un batido consiste en triturar en una batidora una o más piezas de frutas o verduras, partiendo de las frutas o verduras enteras (peladas si es necesario). Se les suele añadir un poco de agua (lo cual facilita el triturado) o yogur (los famosos smoothies). En ocasiones también se les añade leche o bebidas vegetales. A veces incluso se les añaden más ingredientes como estrategia para aumentar su densidad nutricional y energética, o lo que es lo mismo: su contenido en nutrientes y en calorías. Los batidos conservan algo de fibra y pulpa y su consistencia es semisólida.

- Licuado
Para algunas personas, batido o licuado son sinónimos, pero realmente no es así, son cosas diferentes. En un licuado la fruta está mucho más triturada que en un batido, son más líquidos y se les extrae toda la pulpa. Su consistencia es líquida.

- Zumo 
Un zumo es el jugo de la fruta exprimida, cuando lo preparamos en casa podemos añadirle la pulpa que queda en el exprimidor y así no desperdiciar del todo esa fibra, pero cuando lo pedimos fuera normalmente esa pulpa va a la basura, no se añade al zumo. 


- Néctar de frutas
Denominación comercial que se le da a los zumos procedentes de concentrados que se diluyen en agua y a los que por lo general se les añade azúcar o edulcorantes, su contenido suele ser poco concentrado de fruta y mucha agua. Nunca tienen pulpa y tienen un porcentaje mínimo de la fruta en cuestión, son prácticamente agua con azúcar o con edulcorante en cuestión. 


Dicho esto, la respuesta corta a la pregunta que plantea el título de este artículo es que no, beber un zumo, un batido u otra de las opciones de bebidas que hemos descrito no equivale a comer una pieza de fruta. Ahora te explicaremos mejor por qué y cuál es la mejor opción de todas estas.


Si bien todas estas bebidas mencionadas te aportarán vitaminas, la mejor opción siempre será la fruta entera, (ya te lo imaginabas, ¿verdad?) que conserva toda su fibra y todas sus propiedades. 
Además normalmente tardamos más en comer una fruta entera que en beber un zumo y un batido, con lo cual esto ayuda a saciarnos. 
Una fruta entera conserva toda su fibra, al masticarla se envían señales a nuestro cerebro que le indican que estamos comiendo, que estamos empezando a digerir un alimento, esto forma parte de las señales de saciedad también. 
Luego ese alimento llegará al estómago y más tarde, después de pasar por el intestino delgado llegará a nuestro colon donde las bacterias intestinales fermentarán esta fibra tan buena para nosotros que ayuda a reducir el colesterol LDL (el colesterol malo), disminuye la absorción de grasas y aumenta el volumen de las heces. 
Además los productos de su fermentación son un gran alimento para nuestra microbiota intestinal (las bacterias de nuestro intestino) relacionada con la inmunidad y con la salud en general, así que es importante que la mantengamos contenta aportándoles alimentos saludables, por eso siempre recomendamos comer muchas verduras y frutas, entre otros motivos. 


Por otro lado cuando hacemos un zumo, un batido o un licuado, y especialmente en el caso de los zumos aunque sean con la pulpa, los azúcares presentes en la fruta pasan a ser azúcares libres y, normalmente no hacemos el zumo con una sola pieza de fruta, usamos 2 o 3 naranjas por ejemplo. Los azúcares libres son esos que la OMS recomienda reducir en nuestra alimentación a menos del 5% de lo que corresponde a la energía total de la dieta. Este 5% de azúcares libres equivale a un máximo de unos 25 g diarios para un adulto con un requerimiento energético de unas 2000 kcal, un zumo puede tener cerca de estos 25 g tranquilamente, que es menos de lo que suelen tener la mayoría de refrescos azucarados, pero es mucho. Además el contenido de azúcares libres dependerá del contenido de azúcares que contenga la o las frutas con la que preparemos la bebida en cuestión. 


Con esto no queremos decir que no bebas nunca un batido, un zumo o un licuado, que serían las mejores opciones después de la fruta. ¡Faltaría más! Podrás disfrutar de vez en cuando de uno si te apetece, además hay algunos como el zumo de tomate o el de sandía, que pueden ser una buena opción, muy refrescantes y apetecibles ahora que vienen meses calurosos y que son sin duda, una opción mucho mejor que un refresco. 
Sin embargo recuerda que siempre es mejor comer frutas y verduras enteras y no beberlas, así te asegurarás un buen aporte de fibra y aprovecharás todos sus beneficios. Y ya sabes, 5 al día :)