martes, 24 de octubre de 2017

Chocolates: cien variedades... ¿Cuál elegir?

Hace tiempo que teníamos en mente este artículo, pues son muchas las personas que en consulta nos comentan algo como esto: A veces me apetece tomar chocolate, pero no sé muy bien cuál elegir. ¿Hay alguno mejor que otro?

Pues vamos allá: 
El chocolate que encontramos en las tiendas es un producto del que no deberíamos abusar, pero esto ya lo sabemos, ¿verdad? Se debe a que es uno de esos alimentos que aporta muchísimas calorías, azúcares y grasas en un trocito. 
Por ello la recomendación sería: tomarlo de forma puntual, espaciada en el tiempo y en no mucha cantidad.
Dicho esto, veamos algunos datos interesantes.

Quizá os habréis topado con variedades de chocolate en las que indican "sin azúcares". Se suelen enfocar a un público muy concreto: el que desea perder peso y el que sufre diabetes. 
Un ejemplo sería algo como esto: 


Lo curioso de estas variedades es que aportan casi las mismas calorías que el resto de chocolates que tienen al lado en el estante. Y que aportan igual o incluso más grasas y grasas saturadas. Éstas concretamente son perjudiciales para las personas que sufren cardiopatías (muy habituales en personas diabéticas) y enfermedades como el colesterol alto. 

El gran problema de estos productos etiquetados con la expresión "sin azúcares" o cosas parecidas, es que de alguna manera nos invitan a comer más o más veces por hecho de parecer más sanos. 
Pero la realidad es que si nos fijamos en la letra pequeña, nos daremos cuenta de que es un producto tan bueno o tan malo como cualquier otro de la familia de los chocolates envasados.



Vayamos con otra variedad, el chocolate rico en cacao puro:


Seguro que habréis escuchado muchas veces eso de que el chocolate puro (o al menos con más del 70% de cacao) es sanísimo. Se le atribuyen propiedades maravillosas: curativas, preventivas y todo lo que os imaginéis. 
La realidad es que hay parte de verdad en ello, pero solo parte. El chocolate se prepara a partir de las  semillas de una planta. Éstas contienen de forma natural un antioxidante, un tipo de polifenol llamado teobromina, con grandes beneficios para nuestra salud. 
La cantidad de teobromina que tomamos con una onza de chocolate es mayor cuanto más puro es el chocolate. 
Pero no es un ingrediente mágico, no nos curará de nada en absoluto si el resto de nuestra alimentación no es correcta. 
Hay que poner en una balanza los beneficios de la teobromina con los perjuicios de las grasas saturadas y azúcares que vienen dentro del envase del chocolate que elijamos. 



Por último vamos a repasar una variedad de chocolate enfocado a un público más infantil y goloso. Algo como esto:


Chocolate con leche y cosas dentro (cosas como trozos de galleta, toffee, crema de sabores...etc.): hagamos una breve comparativa de su etiquetado y de los anteriores:

Dato por 100 g de producto
Chocolate con leche y galletas
Chocolate 85% cacao
Chocolate sin azúcar
Calorías
560
584
516
Azúcares simples
57 g
11 g
7 g
Grasas totales
35 g
46 g
39 g
Grasas saturadas
20 g
28 g
24 g

Observamos que aporta casi las mismas calorías que el resto de variedades. Por lo tanto nos fijaremos ahora en otros tres datos importantes para nuestra salud: los azúcares simples (cuantos menos, mejor) y las grasas totales y saturadas (cuantas menos, mejor). 

El contenido en grasas es similar, pero lo que determinará la elección será el contenido en azúcares: observando la tabla vemos que esta variedad es la menos recomendable, pues es la que más cantidad de azúcares simples aporta por ración. 



Si tuviéramos que colocar estos chocolates en orden de mejor a peor tendríamos algo como esto:

Chocolate con un alto porcentaje de cacao puro (cuanto más alto, mejor) 
> chocolate sin azúcar 
> chocolate con cosas dentro 


► Nos faltó fotografiar algún chocolate con frutos secos, muy populares también. Pero os hablamos brevemente de ellos. 
Aportan más calorías aún que el chocolate normal. Esto es debido a que los frutos secos son ricos en grasas y éstas son el nutriente que más calorías aporta. A pesar de ello, son grasas saludables, así que desde luego, si queremos tomar un pedacito de chocolate relleno de algo, mejor que sea con frutos secos que con pedacitos de galleta o caramelo o similar...



Un último apunte:
Hay personas con un gran autocontrol, que son capaces de tener "cosas ricas" en sus despensas y ni se acuerdan de ellas. En esos casos podrán disfrutar de un par de onzas (mejor cuanto más puro) un par de veces a la semana como postre, por ejemplo.

Pero a otras muchas personas, sin embargo, les cuesta no pasarse con el consumo de estos productos. Por ello solemos recomendar que no se tengan en casa de forma habitual, así si uno no tiene la tentación cerca, será imposible caer en ella ;) 
Hay una pequeña solución para los golosos irrefrenables y es que algunas marcas (se me viene a la mente Lindt, aunque creo que Nestle también lo hace) venden tabletas pequeñas de chocolate, como individuales. Esas tabletitas podrían servir como postre algún día que nos apetezca mucho. Así saciaremos nuestra sed de chocolate de forma puntual y sin pasarnos de lo que sería una ración saludable.
Y algo más, algo que suele funcionar muy bien a los chocolatófilos: postres lácteos de chocolate.






Soy María Astudillo Montero, 
dirijo este blog.
Soy Bióloga (Universidad de Salamanca), 
experta en Nutrición (Universidad de Barcelona) 
y especialista elaboración de dietas (Universidad Complutense de Madrid).

Fundadora y codirectora de ALEA desde el año 2006.

Coautora de La dieta ALEA, 2015 Ed. Zenith/Planeta.


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