martes, 17 de octubre de 2017

Pedro, 50 kilos menos y seguimos

Hoy tenemos el gusto de presentaros uno de los casos más bonitos que hemos tratado últimamente. Estamos tan impresionados con él, que cada vez que le vemos nos sube el ánimo a nosotros. Hace unos días le pregunté si querría compartir con vosotros, los lectores del blog, su experiencia con ALEA Salamanca, y amablemente accedió. Aquí tenéis su testimonio:

1. Pedro, háblanos un poquito de ti. ¿Qué edad tienes? ¿De dónde eres? ¿A qué te dedicas? Y cuéntanos, por favor, cómo ha sido tu recorrido con respecto al sobrepeso,​ ​las​ ​dietas​ ​y​ ​demás… 
Me llamo Pedro y tengo 36 años. Soy de Las Palmas de Gran Canaria y desde hace unos años resido en Salamanca, de donde procede parte de mi familia. Estudié Teleco y actualmente trabajo de informático. 


Mi lucha con el sobrepeso viene de lejos. De niño siempre fui gordito y bastante sedentario. No tuve un peso exagerado, pero llegado a la adolescencia empecé a tener que hacer dieta. He probado muchas, cetogénicas e hipocalóricas con las que bajé en dos ocasiones bastante peso, alrededor de 30 kilos, pero los recuperé. 
Con 22 años llegué a pesar 70 Kilos y tener un cuerpo saludable. Sin embargo, por ese entonces me diagnosticaron un problema de ansiedad que me llevó a una depresión. Comencé a sentir mucha ansiedad por comer sobre todo por la noche y empecé a engordar de forma desmedida hasta llegar a una obesidad muy preocupante. 

El año pasado una amiga me habló de vosotros y de lo bien que le había ido a una amiga suya, que no había vuelto a recuperar el peso perdido y comía absolutamente de todo, hasta “jamón serrano” jeje. Hice un primer intento con el libro, con el que bajé 15 kilos, pero sabía que en mi caso hacía falta un control presencial, un compromiso persona a persona y decidí llamar a la consulta a principios de enero. 


2. Recuerdo el día que te conocí en el despacho de Roberto. Pensé ​qué chico más majo, qué guapo y qué joven. Ojalá consigamos ayudarle. Y ahora tienes 50 kilos menos desde enero… ¿te lo puedes creer? ¿Cómo te sientes? (bien sabes que a nosotros​ ​nos​ ​tienes​ ​¡pletóricos!) 
La verdad es que me cuesta tomar conciencia de todo el “lastre” del que me he desprendido en estos meses. Donde más lo noto es en la sensación de salud que ahora tengo. Ya no me canso tanto, estoy más ágil y con la moral mucho más alta. Incluso me noto más joven, pues antes me sentía “un viejo de treinta y pico”. 
Ha supuesto un verdadero cambio de actitud. También lo noto en el armario. Es genial poder elegir la ropa que quieres, la que te gusta y no conformarte con la que simplemente te entra, pues parece que la moda no está hecha para personas con sobrepeso, en fin... Era un verdadero problema que me afectaba bastante a la autoestima. 


 3. ¿Cuáles han sido las mayores dificultades con las que te has enfrentado en este tiempo? 
El comienzo siempre es difícil. Cuando pesas 146 kilos y empiezas la dieta, tienes que mentalizarte de que va a ser un camino largo y que, por muy bien que lo hagas, los verdaderos resultados vendrán a la larga. Bajas 3 kilos y luego otros 3… pero sigues teniendo una obesidad muy evidente y en ocasiones resulta frustrante. Además, desde un principio me propuse abandonar el sedentarismo. Empecé caminando 3Km y acababa roto. Al día siguiente me levantaba agotado y dolorido. Sin embargo seguí poco a poco incrementando la distancia y el ritmo. Ahora camino una media de 10 km diarios, a un ritmo fuerte e incluso he empezado a trotar. 


He pasado de no poder atarme los zapatos a comenzar a correr en menos de un año. En un principio también sentí dificultades en el plano social. Sé que vosotros hacéis mucho hincapié en mantener vida normal y adaptarse a los compromisos sociales y dais muchos recursos y técnicas para poder afrontarlos. Sin embargo, al principio me daba tanto miedo despistarme y volver a comer sin control, que tuve que apartarme un poco para dar ese empujón tan grande que necesitaba. Ahora ya compagino el cuidarme con la vida social, aunque sigo teniendo miedo a bajar la guardia. Tengo que seguir trabajando en ese aspecto jeje. 


4.​ ​¿Por​ ​qué​ ​crees​ ​que​ ​esta​ ​vez​ ​ha​ ​sido​ ​todo​ ​diferente? 
Bueno, creo que la clave ha estado principalmente en la motivación, en mi caso recuperar la salud perdida. Cuando tomas conciencia de que la responsabilidad por cuidarte recae sólo en tus manos y coges las riendas, ahí empieza el cambio. De nada vale que te digan médicos, amigos y familiares que tienes que adelgazar si tú no tienes el convencimiento necesario. 

Cuando llegué a ALEA me encantó el cariño con que me recibió Roberto y las ganas de entender mi problemática en particular, sin juzgar, proponiendo soluciones desde la empatía. Además, vuestro interés porque estuviera siempre en contacto, que os trasladara mis necesidades y antojos, para así no abandonar... eso me dio gran impulso. Todo el equipo ALEA mantiene la misma línea de buen rollo, cariño y alegría por tus avances. Eso me encanta!!! 

Además, al contrario que en otras dietas, tengo la sensación de que esta vez, más que ir a bajar peso sin más, estoy aprendiendo a comer sano, estoy afianzando hábitos saludables. ¿Y de eso se trata no? Adelgazar no ha de ser un proyecto puntual, porque si no atacas a la causa de la obesidad, volverás a recuperar el peso perdido. 

Otra cosa que ha marcado la diferencia es que las recetas son ricas y elaboradas. Creo que otros planes se olvidan este tema y se centran en el aspecto restrictivo de la dieta. Me encanta cocinar y además de las recetas diarias, disfruto mucho de las que colgais en el blog, se nota que compartimos esta pasión por la cocina. 


5. Seguro que hay algo que podríamos mejorar, ¡cuéntanoslo para que te ayudemos mejor! 
Quizás tener a alguien en el equipo especializado en deporte para gente con sobrepeso. Que te ayude a gestionar dicho aspecto, a planificar rutinas y plantear objetivos, siendo consciente de las limitaciones iniciales. Eso estaría genial! :) 


 6.​ ​¿Cómo​ ​afectaba​ ​a​ ​tu​ ​vida​ ​el​ ​sobrepeso? 
Pues afectaba directamente a mi salud física y emocional. Llevo años durmiendo con una CPAP debido a las apneas de sueño, relacionadas en gran parte con el sobrepeso. Ahora estoy estudiando el poder prescindir de ella y ojalá pueda. Además, cuando os conocí acababa de pasar por una afección de corazón, una pericarditis que me asustó bastante. 
Por otro lado, cuestiones como montar en un avión o en cualquier transporte, se hacía muy complicado, por no mencionar el tema de la ropa, que suponía un verdadero quebradero de cabeza. 

Se podría decir que en general llevaba una vida muy limitada y con muchas más preocupaciones. 


7. Y ahora, con todo lo que has adelgazado, ¿cómo te encuentras comparándolo con la​ ​época​ ​anterior? 
Ha sido un cambio radical de estilo de vida y me siento genial. Soy consciente de que todavía me queda camino por recorrer y que no todo está ganado, pero cada vez veo más cerca mi objetivo de salud. 


8. Si algún día te saltas la dieta, ¿cómo te enfrentas a ello? ¿Te dejas llevar o te sobrepones? 
Cada vez que por alguna circunstancia me salto la dieta, me tomo como un reto el volver a hacerla bien y no caer en desidia ni en esa frustración que te lleva a tirar la toalla. Lo que intento evitar a toda costa es bajar la guardia y tener pensamientos como “ya que lo he hecho un poco mal hoy, qué más da otro día…” 


9. A veces cuando alguien tiene que perder mucho peso, 30, 40 kilos o más, como en tu caso, sienten que es una meta imposible. Y llegan a plantearse opciones drásticas como operaciones (un dato al hilo de esto: varios médicos cirujanos y anestesistas que conocemos están en contra 100% de estas operaciones, pues reducir el estómago, por ejemplo, es una amputación de un órgano sano. No es necesario, hay alternativas y personas como tú, Pedro, sois la clara evidencia de que sí se pueden mejorar​ ​los​ ​hábitos​ ​alimenticios​ ​y​ ​adelgazar​ ​de​ ​forma​ ​saludable​ ​y​ ​lógica). ¿Cómo estás consiguiendo mantener la ilusión durante el periodo de adelgazamiento?​ ​ ​¿Tienes​ ​alguna​ ​estrategia​ ​para​ ​no​ ​tirar​ ​la​ ​toalla? 
Sí, es verdad. Cuando estuve malo de pericarditis, uno de los cardiólogos que me trató me recomendó encarecidamente que me sometiera a cirugía bariátrica, porque en casos de tanto exceso de peso como el mío, era la mejor opción. Por un lado me asustó bastante, pero por otro lado me tocó tanto el orgullo que me dije “No pienso pasar por quirófano”. Aunque pienso sinceramente que aquel cardiólogo hablaba en serio y de 3 buena fe, no sabe lo que me ayudó su comentario a hacer acopio de fuerza de voluntad y motivación para iniciar la dieta. 


En cuanto a estrategias, me repito constantemente una frase a modo de mantra “Todavía queda todo por hacer”. Así no bajo la guardia, ni pienso que por haber perdido tanto peso, ya me puedo despreocupar. 
 Por otra parte, me he tomado el bajar de peso, como un aspecto de un proyecto mayor, de desarrollo personal. Para ello me está viniendo muy bien el mindfulness y la alimentación consciente. Prestar atención plena al momento de la comida te permite, no sólo disfrutar más de la misma, sino sentir el punto en el que estás saciado y así no comer de forma mecánica e impulsiva. También estoy empezando con el Yoga. Creo que para quienes sufrimos de ansiedad nerviosa, es una gran herramienta a tener en cuenta. 


10.​ ​¿Cómo​ ​te​ ​ves​ ​dentro​ ​de​ ​5​ ​meses? 
 Me veo más cerca de llegar a mi objetivo de salud e igual de motivado por mantenerlo de por vida. 


11.​ ​¿Y​ ​dentro​ ​de​ ​5​ ​años? 
Me gustaría que para entonces, el tener una vida sana estuviera totalmente normalizado en mi día a día…​ Que no supusiera un esfuerzo. También quisiera tener integrado totalmente el deporte en mi vida, pues creo que es fundamental para la salud física y emocional 



Pedro,​ ​gracias​ ​por​ ​tu​ ​generosidad. Y​ ​por​ ​tu​ ​sonrisa. 




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