Hoy tenemos el gusto de presentaros uno de los casos más bonitos que hemos tratado últimamente. Estamos tan impresionados con él, que cada vez que le vemos nos sube el ánimo a nosotros. Hace unos días le pregunté si querría compartir con vosotros, los lectores del blog, su experiencia con ALEA Salamanca, y amablemente accedió. Aquí tenéis su testimonio:
1. Pedro, háblanos un poquito de ti. ¿Qué edad tienes? ¿De dónde eres? ¿A qué te
dedicas? Y cuéntanos, por favor, cómo ha sido tu recorrido con respecto al
sobrepeso, las dietas y demás…
Me llamo Pedro y tengo 36 años. Soy de Las Palmas de Gran Canaria y desde hace unos
años resido en Salamanca, de donde procede parte de mi familia. Estudié Teleco y
actualmente trabajo de informático.
Mi lucha con el sobrepeso viene de lejos. De niño siempre fui gordito y bastante
sedentario. No tuve un peso exagerado, pero llegado a la adolescencia empecé a tener
que hacer dieta. He probado muchas, cetogénicas e hipocalóricas con las que bajé en
dos ocasiones bastante peso, alrededor de 30 kilos, pero los recuperé.
Con 22 años llegué a pesar 70 Kilos y tener un cuerpo saludable. Sin embargo, por ese
entonces me diagnosticaron un problema de ansiedad que me llevó a una depresión.
Comencé a sentir mucha ansiedad por comer sobre todo por la noche y empecé a
engordar de forma desmedida hasta llegar a una obesidad muy preocupante.
El año pasado una amiga me habló de vosotros y de lo bien que le había ido a una
amiga suya, que no había vuelto a recuperar el peso perdido y comía absolutamente
de todo, hasta “jamón serrano” jeje. Hice un primer intento con el libro, con el que
bajé 15 kilos, pero sabía que en mi caso hacía falta un control presencial, un
compromiso persona a persona y decidí llamar a la consulta a principios de enero.
2. Recuerdo el día que te conocí en el despacho de Roberto. Pensé qué chico más
majo, qué guapo y qué joven. Ojalá consigamos ayudarle. Y ahora tienes 50 kilos
menos desde enero… ¿te lo puedes creer? ¿Cómo te sientes? (bien sabes que a
nosotros nos tienes ¡pletóricos!)
La verdad es que me cuesta tomar conciencia de todo el “lastre” del que me he
desprendido en estos meses. Donde más lo noto es en la sensación de salud que ahora
tengo. Ya no me canso tanto, estoy más ágil y con la moral mucho más alta. Incluso me
noto más joven, pues antes me sentía “un viejo de treinta y pico”.
Ha supuesto un
verdadero cambio de actitud.
También lo noto en el armario. Es genial poder elegir la ropa que quieres, la que te
gusta y no conformarte con la que simplemente te entra, pues parece que la moda no
está hecha para personas con sobrepeso, en fin... Era un verdadero problema que me
afectaba bastante a la autoestima.
3. ¿Cuáles han sido las mayores dificultades con las que te has enfrentado en este
tiempo?
El comienzo siempre es difícil. Cuando pesas 146 kilos y empiezas la dieta, tienes que
mentalizarte de que va a ser un camino largo y que, por muy bien que lo hagas, los verdaderos resultados vendrán a la larga. Bajas 3 kilos y luego otros 3… pero sigues
teniendo una obesidad muy evidente y en ocasiones resulta frustrante. Además, desde
un principio me propuse abandonar el sedentarismo. Empecé caminando 3Km y
acababa roto. Al día siguiente me levantaba agotado y dolorido. Sin embargo seguí
poco a poco incrementando la distancia y el ritmo. Ahora camino una media de 10 km
diarios, a un ritmo fuerte e incluso he empezado a trotar.
He pasado de no poder
atarme los zapatos a comenzar a correr en menos de un año.
En un principio también sentí dificultades en el plano social. Sé que vosotros hacéis
mucho hincapié en mantener vida normal y adaptarse a los compromisos sociales y
dais muchos recursos y técnicas para poder afrontarlos. Sin embargo, al principio me
daba tanto miedo despistarme y volver a comer sin control, que tuve que apartarme
un poco para dar ese empujón tan grande que necesitaba. Ahora ya compagino el
cuidarme con la vida social, aunque sigo teniendo miedo a bajar la guardia. Tengo que
seguir trabajando en ese aspecto jeje.
4. ¿Por qué crees que esta vez ha sido todo diferente?
Bueno, creo que la clave ha estado principalmente en la motivación, en mi caso
recuperar la salud perdida. Cuando tomas conciencia de que la responsabilidad por
cuidarte recae sólo en tus manos y coges las riendas, ahí empieza el cambio. De nada
vale que te digan médicos, amigos y familiares que tienes que adelgazar si tú no tienes
el convencimiento necesario.
Cuando llegué a ALEA me encantó el cariño con que me recibió Roberto y las ganas de
entender mi problemática en particular, sin juzgar, proponiendo soluciones desde la
empatía. Además, vuestro interés porque estuviera siempre en contacto, que os
trasladara mis necesidades y antojos, para así no abandonar... eso me dio gran
impulso. Todo el equipo ALEA mantiene la misma línea de buen rollo, cariño y alegría
por tus avances. Eso me encanta!!!
Además, al contrario que en otras dietas, tengo la sensación de que esta vez, más que
ir a bajar peso sin más, estoy aprendiendo a comer sano, estoy afianzando hábitos
saludables. ¿Y de eso se trata no? Adelgazar no ha de ser un proyecto puntual, porque
si no atacas a la causa de la obesidad, volverás a recuperar el peso perdido.
Otra cosa que ha marcado la diferencia es que las recetas son ricas y elaboradas. Creo
que otros planes se olvidan este tema y se centran en el aspecto restrictivo de la dieta.
Me encanta cocinar y además de las recetas diarias, disfruto mucho de las que colgais
en el blog, se nota que compartimos esta pasión por la cocina.
5. Seguro que hay algo que podríamos mejorar, ¡cuéntanoslo para que te ayudemos
mejor!
Quizás tener a alguien en el equipo especializado en deporte para gente con
sobrepeso. Que te ayude a gestionar dicho aspecto, a planificar rutinas y plantear
objetivos, siendo consciente de las limitaciones iniciales. Eso estaría genial! :)
6. ¿Cómo afectaba a tu vida el sobrepeso?
Pues afectaba directamente a mi salud física y emocional. Llevo años durmiendo con
una CPAP debido a las apneas de sueño, relacionadas en gran parte con el sobrepeso.
Ahora estoy estudiando el poder prescindir de ella y ojalá pueda. Además, cuando os
conocí acababa de pasar por una afección de corazón, una pericarditis que me asustó
bastante.
Por otro lado, cuestiones como montar en un avión o en cualquier transporte, se hacía
muy complicado, por no mencionar el tema de la ropa, que suponía un verdadero
quebradero de cabeza.
Se podría decir que en general llevaba una vida muy limitada y con muchas más
preocupaciones.
7. Y ahora, con todo lo que has adelgazado, ¿cómo te encuentras comparándolo con
la época anterior?
Ha sido un cambio radical de estilo de vida y me siento genial. Soy consciente de que
todavía me queda camino por recorrer y que no todo está ganado, pero cada vez veo
más cerca mi objetivo de salud.
8. Si algún día te saltas la dieta, ¿cómo te enfrentas a ello? ¿Te dejas llevar o te
sobrepones?
Cada vez que por alguna circunstancia me salto la dieta, me tomo como un reto el
volver a hacerla bien y no caer en desidia ni en esa frustración que te lleva a tirar la
toalla. Lo que intento evitar a toda costa es bajar la guardia y tener pensamientos
como “ya que lo he hecho un poco mal hoy, qué más da otro día…”
9. A veces cuando alguien tiene que perder mucho peso, 30, 40 kilos o más, como en
tu caso, sienten que es una meta imposible. Y llegan a plantearse opciones drásticas
como operaciones (un dato al hilo de esto: varios médicos cirujanos y anestesistas
que conocemos están en contra 100% de estas operaciones, pues reducir el
estómago, por ejemplo, es una amputación de un órgano sano. No es necesario, hay
alternativas y personas como tú, Pedro, sois la clara evidencia de que sí se pueden
mejorar los hábitos alimenticios y adelgazar de forma saludable y lógica).
¿Cómo estás consiguiendo mantener la ilusión durante el periodo de
adelgazamiento? ¿Tienes alguna estrategia para no tirar la toalla?
Sí, es verdad. Cuando estuve malo de pericarditis, uno de los cardiólogos que me trató
me recomendó encarecidamente que me sometiera a cirugía bariátrica, porque en
casos de tanto exceso de peso como el mío, era la mejor opción. Por un lado me asustó
bastante, pero por otro lado me tocó tanto el orgullo que me dije “No pienso pasar por
quirófano”. Aunque pienso sinceramente que aquel cardiólogo hablaba en serio y de
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buena fe, no sabe lo que me ayudó su comentario a hacer acopio de fuerza de
voluntad y motivación para iniciar la dieta.
En cuanto a estrategias, me repito constantemente una frase a modo de mantra
“Todavía queda todo por hacer”. Así no bajo la guardia, ni pienso que por haber
perdido tanto peso, ya me puedo despreocupar.
Por otra parte, me he tomado el bajar de peso, como un aspecto de un proyecto
mayor, de desarrollo personal. Para ello me está viniendo muy bien el mindfulness y la
alimentación consciente. Prestar atención plena al momento de la comida te permite,
no sólo disfrutar más de la misma, sino sentir el punto en el que estás saciado y así no
comer de forma mecánica e impulsiva. También estoy empezando con el Yoga. Creo
que para quienes sufrimos de ansiedad nerviosa, es una gran herramienta a tener en
cuenta.
10. ¿Cómo te ves dentro de 5 meses?
Me veo más cerca de llegar a mi objetivo de salud e igual de motivado por mantenerlo
de por vida.
11. ¿Y dentro de 5 años?
Me gustaría que para entonces, el tener una vida sana estuviera totalmente
normalizado en mi día a día… Que no supusiera un esfuerzo.
También quisiera tener integrado totalmente el deporte en mi vida, pues creo que es
fundamental para la salud física y emocional
Pedro, gracias por tu generosidad.
Y por tu sonrisa.
¿Deseas adelgazar? ¿Mejorar tu alimentación?
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