martes, 16 de septiembre de 2014

Alimentación en el embarazo

Hoy vamos a tratar algunos de los aspectos más importantes en relación a la alimentación durante el embarazo. Son muchos miedos, mitos y dudas las que se plantean cuando la mujer desea tener un bebé o cuando la noticia acaba de asaltarle. 
Trataremos hacer un repaso a los puntos fundamentales para dar un poco de luz a las primeras dudas. Muchos cambios ocurrirán en esos nueve meses: su objetivo serán hacer que el bebé se desarrolle de forma correcta, preparar a la mamá para ese periodo y para la futura lactancia. 




Nueves meses tres trimetres:
El embarazo suele dividirse en tres etapas de tres meses de duración cada una. En el primer trimestre a penas se aprecian cambios en la futura mamá: las necesidades de nutrientes y energía no aumentan demasiado y la tripita aún no es muy visible. Pueden surgir algunas complicaciones leves como malestar, hinchazón en los pechos o nauseas. Pero suelen desaparecer tras el tercer mes de embarazo.

Sin embargo a partir del segundo trimestre las cosas empiezan a cambiar: necesitarás comer un poco más, pues tanto tú como el bebé gastaréis más energía. También necesitarás más hierro, calcio y vitaminas. Si tu médico lo considera necesario te pautará suplementos de minerales y vitaminas, pero no suele ser habitual si tu alimentación es variada y equilibrada. En estos tres meses aumentarás de media unos cuatro o cinco kilos.

A los seis meses  de embarazo casi todas las estructuras, órganos y tejidos del bebé tendrán ya forma y en poco tiempo funcionarán a pleno rendimiento. Por eso es muy importante que en ese tiempo tu alimentación haya sido lo más correcta posible: carencias de vitaminas, como el ácido fólico por ejemplo, se relacionan con malformaciones en el feto.

Los últimos tres meses de embarazo tu bebé crecerá más rápido que nunca hasta entonces, alcanzará su peso y talla máximos y estará listo para empezar su vida nueve meses después de haber plantado su semilla. 




¿Cuánto peso has de coger?
Para saber aproximadamente cuánto peso has de coger debes saber en qué situación nutrional estás al principio de tu embarazo. Para ello tienes que calcular tu IMC (índice de masa corporal) de la siguiente forma: 
divide tu peso entre la cifra que dé el multiplicar tu altura por tu altura. 
Pongamos un ejemplo: imagina que pesas 68 kilos y mides 1.65 metros. Tu IMC sería: 68/(1.65x1.65) = 25. 
Estarías en un peso normal, con lo cual atendiendo a la tabla sería correcto que incrementaras entre 11 y 16 kilos a lo largo del embarazo.

Categoría según IMC
Aumento total
del peso (kg)
Bajo peso (IMC<19,8)
12,5-18
Peso normal (IMC 19,8-26)
11,5-16
Sobrepeso (IMC>26-29)
7-11,5
Obesidad (IMC>29)
6



Nuevos requerimientos nutricionales:
Si estás pensado en ir a por un bebé deberías comprobar un par de cosas antes: 
  • ¿Partes de un buen peso? Si necesitas perder unos kilos, no esperes más y ponte cuanto antes. 
  • ¿Tu última analítica no estaba bien? Pues aprende a alimentarte mejor, pide consejo a un profesional, y empieza a mejorar hoy mismo. 

Siempre se ha dicho que durante el embarazo hay que comer por dos. Aunque no es del todo cierto, sí que tiene cierta lógica. Sobre todo a partir de la segunda mitad del embarazo necesitamos un aporte extra de energía y nutrientes. Es la etapa en la que el feto crece más rápido y hay que atender a sus necesidades. 



Un aporte menor de energía y nutrientes supondría para la madre fatiga, disminución de la masa muscular, anemia… y para el feto aborto, parto prematuro, bajo peso al nacer…
Si estás esperando un bebé debes tomar más cantidad de legumbres, cereales, frutas, hortalizas y verduras. Los hidratos de carbono son la fuente primordial de energía para el bebé así que nunca los dejes de lado. 
Si tienes cualquier duda acude a tu profesional sanitario: médico de familia, matrona, ginecólogo, nutricionista... 



Pautas generales de alimentación durante el embarazo: 

Alimentos aconsejados
Cuidado con…
Lácteos: la cantidad de calcio que aportan es vital para llegar a cubrir vuestras necesidades. Al menos debes consumir 4 lácteos al día.
Los lácteos muy grasos, como los postres enteros, los quesos fuertes, lácteos enriquecidos con nata o azúcares.
Carnes y pescados: deberías consumir de forma alterna 2 raciones de alimentos ricos en proteínas diariamente.
Los embutidos, los patés, las conservas, salazones… En general aportan demasiadas grasas y sales.
Cereales: son importantísimos para que tanto tú como el bebé estéis sanos y fuertes. Debes incluir 4 o 5 raciones de cereales al día.
Los precocinados, la bollería industrial, la comida rápida, las galletas rellenas de chocolate o nata… Son demasiado grasas y azucaradas.
Bebidas: opta por agua, zumos de frutas e infusiones. Los caldos desgrasados y gazpachos son también buena opción.
Huye de de las bebidas azucaradas, con gas, con cafeína y por supuesto de las bebidas alcohólicas.