Bienvenidos una vez más, amigos.
Si hace una semana hablábamos de cómo mantener un equilibrio entre nuestra actividad física y nuestra ingesta diaria hoy lo haremos sobre cómo mejorar algunos hábitos alimentarios para conseguir mejores resultados sean cuales sean nuestros objetivos:
- Perder peso
- Mantenerse
- Reducir las grasas y azúcares simples de la dieta
- Mejorar el perfil nutricional...etc.
Parece que todos sabemos la teoría: 5 comidas al día, 2 litros de agua, 3 piezas de fruta al día.. y un montón de pautas que leemos, oímos y vemos por todos lados. Sin embargo pasar de esas frases sin vida a una rutina en la que podamos ponerlas en práctica resulta más complicado de lo que parece.
Hoy os daremos algunas pautas muy muy sencillitas para que comencéis a hacer pequeños cambios positivos que os ayudarán a conseguir vuestros objetivos.
1. PLANIFICA TUS COMIDAS Y CENAS.
Elabora un pequeño horario en el que incluyas espacio para escribir siete comidas y siete cenas, así completarás una semana.
Puedes hacerlo tú mismo@ o descargarte esta plantilla que hemos elaborado:
Ten en cuenta estas reglas:
- 2/3 veces por semana legumbres.
- 2/3 veces por semana pasta.
- 2/3 veces por semana arroz.
- Todos los días, dos veces, verduras.
- Todos los días, dos veces, ALTERNA carnes magras, pescados azules, pescados blancos y huevos.
De esta forma ordenarás los alimentos que vas a comer y cenar y además podrás tener la despensa completamente al día, evitarás que te sobren alimentos que con el tiempo tendrás que tirar a la basura y ahorrarás a la hora de hacer la compra.
2. UTILIZA EL MÉTODO DEL PLATO.
Hemos hablado muchas veces de él, así que mejor te dejamos una imagen:
3. NO OLVIDES NI TU ALMUERZO NI TU MERIENDA.
Tomar algo a media mañana y a media tarde te dará la energía y los nutrientes necesarios para no forzar a tu cuerpo, hará que llegues a las comidas y cenas con menos hambre y podrás controlar mucho mejor lo que comes y cenas y sus cantidades.
Lo más sencillo, nutritivo y sano sería la fruta. Y como hay tanta variedad es difícil aburrirse.
Toma una o dos piezas. Puedes acompañarlas con un lácteo desnatado (un vaso de leche (con o sin café o té), un yogur o un poquito de queso).
También hay otras opciones, sobre todo si trabajas o estudias y no tienes tiempo de sentarte a preparar tu merienda o almuerzo: hay barritas de cereales (elige las que menos grasas y azúcares simples tengan), batidos lácteos, zumos en brick...
El próximo día daremos un paso más y hablaremos de trucos para recudir las calorías de tu dieta, te explicaremos cómo evitar calorías vacías, grasas saturas y trans (o sea, grasas malas) y disminuir el consumo de azúcares simples.
¡Hasta la vista!