Se hace con pescado pero… ¿con qué pescado y con qué partes? ¿Es el sustituto ideal del mismo?
Estas son muchas de las preguntas que pueden surgirnos al comer este tipo de producto que vemos tanto en los supermercados. Pues bien, el surimi/boca de mar está elaborado con pescado blanco o aves de corral.
Está formado principalmente por músculo, el resto de las partes son retiradas, incluidas las espinas.
Pero… ¿podría sustituir al pescado real?
La respuesta corta es no.
Una respuesta más elaborada, sería que no cumple con las mismas propiedades nutricionales del pescado en general y, además, es un producto procesado. Cuando hablamos de productos procesados, nos referimos a aquellos que han sido tratados o modificados para mejorar las características organolépticas del mismo y su conservación. Normalmente, llevan bastante sal y conservantes.
Entonces, ¿qué tiene el surimi de bueno o de malo?
Bueno, en este caso y poniendo de ejemplo la marca “Krissia” por ser de las más vendidas en nuestro país, en los diferentes etiquetados que muestra en su página web (http://www.krissia.es/) podemos comprobar que por 100 g de producto (6 barritas) la parte proteica predomina sobre el resto, además, es de alto valor biológico ya que la base de este producto es el músculo del animal y no aporta muchas calorías.
La otra parte no tan buena es la adición de sal, saborizantes, emulgentes que hace que se mantenga con su forma y adquiera ese sabor y que a nuestros ojos sea bonito. Además, en una parte de su procesado, que consiste en lavar muchas veces el músculo, pierde gran parte de las vitaminas.
Con lo cual, tratándose de un alimento procesado, el surimi no debería ser el sustituto de ningún pescado, ya que no aporta ni la misma cantidad de proteínas (aunque sean de alto valor biológico), grasas, vitaminas, ni por supuesto, minerales.
Ahora que tienes esta información, podrás decidir mejor cuánto tomas y cada cuánto lo tomas.
Aquí os dejo una imagen para que veáis de forma simple cuáles son los pasos a seguir en su proceso de elaboración.
¡Hasta la próxima, lectores!