En este artículo me gustaría poder aclararos esas dudas y dar esa información que, a veces, nos falta para entender qué pasa cuando te dicen que eres prediabético y qué se puede hacer para mejorar esta situación. Así que si es tu caso, no dudes en seguir leyendo… a ver si así, se van difuminando esas dudillas.
El término “prediabetes” se utiliza cuando las concentraciones de glucosa en sangre (llamada glucemia) son mayores de lo normal PERO no tanto como para diagnosticar una diabetes.
¿Quiere decir esto que si eres perdiabético, vas a ser diabético? No. Quiere decir que existen más probabilidades PERO mejorando ciertos aspectos como la alimentación y la actividad física, se reduce ese riesgo.
Entonces ¿Qué debo hacer?
Lo primero de todo para empezar a mejorar la alimentación es darte cuenta de cómo comes, cuánto comes y qué comes, siendo conscientes de dónde está el error, será mucho más fácil empezar a corregirlo.
Los “errores” más comunes suelen ser comer menos pescado, menos verdura, menos fruta y menos alimentos integrales, mientras que por otro lado, suele haber un aumento de carnes, cereales y azúcares refinados y refrescos azucarados. Pues bien, tenemos que darle la vuelta a la tortilla y empezar a hacerlo de una forma mucho más saludable, por lo que habrá que aumentar el consumo de verdura y bajar el de azúcares, aumentar el consumo de alimentos integrales y bajar el de refrescos azucarados y por supuesto, tener un poquito más de cuidado con los alimentos muy grasos y con alto contenido en azúcares (y azúcares añadidos) cambiándolo por una mejora en la actividad física, saliendo un poquito más a pasear, a bailar, a dar una vuelta, a nadar, a patinar… ¡Lo que más te guste!
En definitiva ¡muévete más!
Teniendo en cuenta todas estas cositas, así como la moderación en las cantidades (sobre todo aquellas en las que el azúcar sea el ingrediente principal) y la frecuencia con que se consumen (cuidado con tomar bollería, pasteles, golosinas, bolsas de snacks, empanadas, guisos muy elaborados, refrescos, alcohol…), verás como poco a poco los valores de tu glucemia irán disminuyendo, por una parte gracias a tu alimentación y por otra parte gracias al ejercicio.
No debemos creer que con hacer ejercicio ya basta o, al contrario, “total, si ya estoy haciendo dieta, no hace falta que vaya a caminar por la tarde”. Estas creencias no ayudan a mejorar la situación, una buena alimentación junto con la actividad física es el tándem perfecto para que esta máquina, que es nuestro cuerpo, funcione mejor.
Y, recuerda que mantener un peso adecuado dentro de un IMC saludable (18.5-24.9) es idóneo para tener una calidad de vida mayor y reducir el riesgo de sufrir otras patologías asociadas tanto a la diabetes como al sobrepeso y obesidad.
Todas estas mejoras por parte de la alimentación son importantes, pero si no fueran suficientes… también existen fármacos que, junto con la dieta, mejorarán esta situación. En caso de que fuera necesario, tu médico de cabecera seguro que te informará.
Si tienes más dudas/preguntas o necesitas que te ayudemos de forma personalizada, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en nuestra clínica de Salamanca (ALEA Consulta Dietética) o de forma online en aleaDIETS, estaremos encantados… Si deseas saber más, pincha sobre mi imagen :)
¡Hasta la próxima! ;)
Soy Jéssica Ramos Ribeiro,
dietista-nutricionista y antropometrista ISAK nivel I.
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética.