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martes, 5 de noviembre de 2019

Trucos para llevar mejor la dieta



Cuando una persona está siguiendo una dieta puede pasar que lleve fenomenal todo el proceso y que incluso le parezca facilísimo y en cambio en otros casos puede que por el camino llegue algún momento de bajón. 
Para evitar que esto ocurra vamos a darte algunos consejos que te ayudarán a llevar mejor la dieta: 


- En primer lugar como le decimos siempre a nuestros pacientes, es muy importante no ver la dieta como un régimen estricto sino como una especie de guión con el que aprenderás hábitos saludables que te ayudarán a conseguir tus objetivos y a poder mantenerte a largo plazo. Si lo ves como algo súper estricto y restrictivo de lo que no te puedes salir, lo más probable es que te agobies y que acabes tirando la toalla a la primera circunstancia que se te presente en la que no puedas hacer las cosas tan bien como te gustaría. 

- No te obligues a comer cosas que no te gustan y no te prives siempre de aquellas que sí. Aunque es importante ampliar el espectro de alimentos e intentar que tu alimentación sea lo más variada posible para que no te falten nutrientes y no te resulte aburrida, siempre tendremos en cuenta tus aversiones y gustos. 
Habrá cosas que deberás comer con menos frecuencia y en menos cantidad, es decir, que tendrás que dosificar un poco, pero no hay nada prohibido. De hecho es muy importante que aprendas a incluir esos alimentos menos saludables y/o más energéticos pero que te gustan mucho. De esa manera tu alimentación en general seguirá siendo saludable y será más llevadera a largo plazo. 

- Evita dar explicaciones a tus familiares, amigos o conocidos, es mejor un “no gracias” a secas cuando te ofrecen algo, que decir que no puedes porque estás a dieta. De esta manera evitarás que algunas personas te hagan comentarios o tengan actitudes que puedan llegar a molestarte. 

- También evita compararte con los demás, cada persona es diferente, con diferentes características, gustos, estilo de vida, circunstancias. Así que céntrate en ti, en hacer las cosas lo mejor que puedas, en lo bien que te sientes al mejorar tus hábitos, en que te lo vas notando en tu salud, tu ánimo, en tu energía, en lo que ves cuando te miras al espejo, en la ropa… Esto es mucho más importante que ver un número que te guste más o menos en una báscula o que tener más o menos centímetros que otra persona. 

- No evites los eventos sociales. Muchas veces con las prisas por conseguir los objetivos cuanto antes y las ganas de hacerlo todo perfecto se tiende a pensar que es mejor no ir a ese cumpleaños, a esa comida o cena con amigos o irse de escapada un fin de semana. 
Esto es un error porque la vida social es importante y necesaria también, y aunque es verdad que aunque te cuides mucho cuando comes fuera siempre te afectarán un poco esas comidas con respecto a lo que cocinarías en casa, si esos días no te olvidas de tus objetivos y sigues pensando en cuidarte, intentando elegir lo mejor posible y moderándote en las cantidades seguirás viendo los resultados de seguir bien la dieta la mayor parte del tiempo. 

Espero que estos consejos te ayuden a llevar mucho mejor este camino hacia unos hábitos más saludables y a conseguir todos tus objetivos.




Soy Leticia Álvarez Musetti, 
dietista-nutricionista y máster en Nutrición Clínica.
Si necesitas ayuda profesional puedo ayudarte. 
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética.








jueves, 15 de noviembre de 2018

6 motivos para tener un buen peso




Encontrarnos en buen peso es sinónimo de salud, de hecho es una de las primeras cosas que nos ponen alerta ante cualquier afección, patología o etapa de la vida (como puede ser un embarazo, mismamente) De hecho ¿cuántas enfermedades son la causa o la consecuencia de la obesidad? Muchas, muchísimas como por ejemplo la diabetes tipo II, la apnea obstructiva del sueño, fatiga o cansancio, dolores articulares, ansiedad, depresión… como ves nada a lo que restarle importancia. 




Además, con una buena alimentación y un buen peso podremos mantener una buena analítica dejando atrás las hiperlipidemias, anemias, mejorando la tensión arterial, el ácido úrico, los valores de glucosa (haciendo así que una diabetes se pueda controlar o incluso prevenir su aparición). 




En definitiva, sentirse ligero y saludable. 
Uno mismo se siente a gusto con sus nuevas sensaciones, un buen respirar, atarse los cordones sin problema, dormir mejor porque se respira mejor (menos ronquidos) y menos apneas o incluso ninguna, se descansa mejor y nos sentimos más vitales, con más energía. Organizados. 




Nada más visible que nuestro cuerpo. Muchos pacientes se dan cuenta de que lo que más les angustia es no gustarse a sí mismos, no querer mirarse en el espejo, avergonzarse de su apariencia física… Tener problemas para encontrar ropa de su gusto. Esto acompaña cada día a muchas personas con obesidad, aunque también es verdad que se da todo lo contrario y hay personas a las que no les preocupa nada todo lo anterior. Pero lo que es real, es que cuanto mejor peso, más saludables estaremos, más a gusto con nosotros mismos y más satisfacción personal. 




En lo que se refiere al mundo de la actividad física y el deporte, cada día encontramos a más personas que quieren mejorar su rendimiento deportivo a través de la alimentación. Aunando dieta y ejercicio, como debe ser. En todos los casos encontramos una mejora en la sensación de fatiga, recuperación y marca personal. Esto es debido a un buen balance hídrico y calórico.




Es por todos estos motivos que empieza a aparecer la necesidad de mantener los buenos hábitos, y con ello se mantiene el peso. Una cosa va en consonancia con la otra y es lo más saludable y lo mejor que puedes hacer por ti cada día: cuidar tu organismo.







Soy Jéssica Ramos Ribeiro, 
dietista-nutricionista y antropometrista ISAK nivel I.
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética

jueves, 25 de octubre de 2018

5 errores que te impiden adelgazar (PARTE II)



Hace unas semanas Leticia nos hablaba de 5 de los errores más frecuentes que detecta en sus pacientes cuando desean adelgazar. Hoy es es turno de Jéssica, vamos a por ello :) 




En muchas ocasiones nuestros pacientes nos cuentan que, a veces, cuando se les pone difícil la cosa, se dejan llevar por el resto de personas con las que salen y siguen su ritmo. 
También, en otras ocasiones, lo que les traiciona es la fuerza de voluntad al ver algo que no deberían tomar, pero tienen demasiadas ganas y  sólo por el hecho de verlo y saber que no deberían, lo quieren con más ganas. 
Es verdad que en según qué ocasiones, no pasa nada si se levanta un poco la mano, la cuestión es de qué forma, cantidad y frecuencia (muy importante). Por ello, todas las ingestas son importantes, todo lo que ingerimos cuenta, sea mucho, poco, líquido o sólido. Lo único que no nos aporta calorías es el agua. 
Por ello, si crees que “no lo haces tan mal” como para no estar consiguiendo tu objetivo, pero que no sabes qué pasa, quizá deberías hacer un “Registro 24 horas”: Se trata de anotar todo lo que tomas en el día, teniendo cuidado de apuntarlo todo, todo lo que comas y bebas de forma específica. Esto nos ayuda mucho a identificar dónde radica el problema y atajarlo cuando antes.



Otro de los errores más comunes es la ingesta de alcohol. Vemos mucha tradición de “salgo del trabajo y me tomo una caña”, “he quedado con unos amigos para ir de cañas al salir de clase” o “los fines de semana no perdono tomarme mis cañas y alguna copa”. 
Puedes estar haciendo de forma correcta tu dieta, seguir al pie de la letra los pesajes de tus alimentos... que si después tienes estos añadidos (el alcohol sigue siendo un extra muy extra por sus calorías vacías) mantendrás el peso (o incluso, aumentarás) o como mucho bajarás muy poquito. 

Puedes tener mucha o poca fuerza de voluntad pero si pasas de la segunda caña, disminuirá cada vez más. Por ello, si tienes un objetivo y eres ambicioso, no quieres alargar más el proceso y crees que lo haces bien, recuerda que el camino más corto es una línea recta. Hacer un gran trabajo diario para no ver resultados debido a la ingesta de alcohol es algo muy molesto y que tiende a frustrar a nuestros pacientes.



Creo que es de los peores errores que se pueden cometer. El porqué es súper fácil: Llevas toda la semana haciéndolo muy bien, cocinando, comiendo a las horas, preparando tus comidas menores para tomar la media mañana o la merienda… Todo va sobre ruedas hasta que uno decide que el sábado se lo toma libre porque quiere comer lo que le apetezca, porque hay que premiar todo el esfuerzo de la semana.

Quizá algunos estéis asintiendo con la cabeza pero… dadle una vuelta a todo eso, ¿te vas a premiar con un castigo? ¿Castigo? Sí. Vas a comer con ansia, vas a comer más cantidades, no vas a reparar en la calidad de los productos que vas a tomar… en definitiva: vas a ingerir más calorías. Quiere decir que en ese día, se ha estropeado tu pedazo de semana. Sí, con mucha probabilidad acabas de mantener tu peso o incluso ganar algunos gramos.

Significa esto que los días libres no son adecuados, no son necesarios y menos aún son aconsejables. Lo primero de todo es aprender a comer y a mejorar los hábitos alimentarios.



Este suele ser un error de los que uno tiende a no darle importancia porque “más o menos” esto es lo que me toca. Bueno, como ya decía mi compi Leticia, el ojímetro no beneficia porque o aparece el hambre más pronto porque has comido menos sin darte cuenta o, por otra parte, empiezas a ver que no bajas lo que debes bajar porque (y no sabes porqué porque crees que lo estás haciendo bien) estás echando más cantidad. Lo mismo pasa si el objetivo es un aumento de peso, si el ojímetro falla (que suele fallar) no se aumentará.

Por ello intenta hacer el reparto de la mejor manera posible y esa manera es la de cocinar tu comida a parte.



Siempre decimos a nuestros pacientes que si algún día no tienen exactamente esa verdura o esa carne o ese pescado, pueden realizar el intercambio con los alimentos que forman parte del mismo grupo (por ejemplo, pavo por pollo, o brócoli por coliflor…) pues bien, esos intercambios han de ser así siempre, respetando en grupo al que pertenece el alimento en cuestión. Ya que son los alimentos que más se parecen entre sí, aportando prácticamente los mismos nutrientes (macronutrientes y micronutrientes) y por supuesto, calorías.



Si te sientes identificado con algunos de los errores más frecuentes, puedes contar con nosotros para que te ayudemos a conseguir tu objetivo.
Recuerda que te atenderemos encantados en nuestra clínica de Salamanca y también de forma online.




Soy Jéssica Ramos Ribeiro, 
dietista-nutricionista y antropometrista ISAK nivel I.
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética


jueves, 13 de septiembre de 2018

5 errores que te impiden adelgazar



En ocasiones algunas personas durante el proceso de pérdida de peso no pierden lo esperado o incluso a veces mantienen el peso o van aumentando poco a poco. De hecho, según una encuesta realizada por la SEEDO (Sociedad Española para el estudio de la Obesidad) el 81 % de las personas que intentan bajar de peso fracasan. Esto frustra mucho porque la persona no siempre identifica las causas que le están impidiendo adelgazar pero para eso estamos nosotros: para ayudar a identificar esos pequeños detalles que marcan la diferencia y que van sumando calorías extras en el día a día haciendo que el déficit de energía que necesita esa persona para adelgazar cada vez sea más pequeño o que no exista. 

Algunas de las cosas que pueden hacer que no se obtengan los resultados esperados son las siguientes: 



Esto es muy importante ya que, aunque muchas veces solo con cambiar o mejorar algunos hábitos y llevar una alimentación más saludable se puede adelgazar, llega un momento en el que si se quieren conseguir objetivos más ambiciosos e ir perdiendo a un buen ritmo para no desmotivarse, es necesario tener en cuenta las cantidades de la mayor parte de los grupos de alimentos y el ojímetro no suele ser una buena opción especialmente al principio del proceso. 
Que un alimento sea saludable no es sinónimo de que sea acalórico o que “no engorde”. Quitando el grupo de las verduras que tiene un aporte calórico muy bajo y un alto contenido en agua y fibra y por eso no es necesario ser estricto en las cantidades, en el resto de alimentos las cantidades son muy importantes. 

Al principio pensar en pesar los alimentos puede parecer tedioso pero es la manera más objetiva de saber que realmente estamos comiendo lo que nos corresponde y no lleva mucho tiempo. 
Una vez que sabemos la cantidad podemos utilizar herramientas que nos faciliten el trabajo como vasos, tazas, cucharas, pero es importante que sean cantidades individualizadas, asegurándonos de que no estamos poniendo gramos de más. Por ejemplo, habiendo hoy en día tantos tipos, formas y tamaños de vajilla será difícil saber si 1 taza realmente tiene 200 mL o no, por eso las medidas objetivas de gramos y mL son importantes. 

También es importante asegurarnos de que la báscula que utilicemos funcione bien, es mejor usar una báscula digital que una de aguja por ejemplo, que puede descalibrarse fácilmente y son menos exactas. 



El picoteo es un hábito muy traicionero y bastante difícil de erradicar ya que la mayoría de las veces cuando se tiende al picoteo se acaba comiendo de forma inconsciente y se pierde la noción de lo que se ha comido. 
Si el picoteo es algo puntual o se picotean alimentos con un bajo aporte calórico como los pepinillos en vinagre y/o cebolletas, o tomates cherry o zumo de tomate, por ejemplo, esto no afectaría y además sacian. 
Sin embargo, lo habitual es picotear alimentos con un alto aporte energético que incitan a comer más como snaks dulces o salados tipo patatas fritas, chocolatinas, barritas energéticas, tortitas o galletas, pasteles, embutido, queso, pan, etc. Con este tipo de alimentos es fácil subestimar la cantidad que se ha comido y la energía que aportan, sumando muchas calorías extra que impedirán que se adelgace o incluso pueden hacer que se vaya ganando peso poco a poco. Para evitar esto lo más importante es evitar tener en casa alimentos superfluos que puedan resultar una tentación y que no nos convienen. 



Lo ideal es evitar el picoteo, porque aunque sea a partir de alimentos que aporten pocas calorías, el hábito de llevarnos algo a la boca, bien sea por aburrimiento o por ansiedad, puede hacer que el día que no se tengan unos pepinillos a mano se acabe arrasando con la tableta de chocolate, las galletas o lo que tengamos cerca. 



Este punto es muy importante y está relacionado con el anterior, el hecho de hacer comidas de picoteo o el “hoy no he cenado, solo he picado un poco de embutido y queso” por poner un ejemplo muy típico, también pasa factura. 
Cuando se come de forma desordenada y/o picoteando además de que muchas veces se pierde la perspectiva de la cantidad que se ha comido, en muchas ocasiones la elección de los alimentos no es buena y acabamos teniendo una comida desequilibrada, que no tiene los nutrientes que necesitamos, no nos sacia lo suficiente y puede llegar a generar ansiedad, lo que es fácil que desencadene en más picoteo y peores elecciones de alimentos a lo largo del día. 
Es la pescadilla que se muerde la cola y al final como siempre decimos, el desorden lleva a más desorden. Por eso, es importante que las comidas sean estructuradas, que incluyan a las verduras como protagonistas del plato y que tampoco falte alguna fuente de carbohidratos complejos y otra de proteínas. Esto nos ayudará a comer mejor y también a evitar el picoteo, con lo cual como veis este punto es un 2 por 1 ;). 


No se trata de que el hecho de beber agua te vaya a adelgazar por sí mismo, pero el agua es una bebida acalórica y un nutriente esencial que debemos consumir a diario. 
En cambio si en lugar de agua, a lo largo del día incluimos otras bebidas en sustitución del agua que sí aporten calorías, como zumos (ya sean naturales o no), refrescos, leche, bebidas vegetales, estaremos aportando mucha energía extra que se convertirá en grasa y en esos kilos de más. 
En cambio con el agua, esto no pasa: por eso siempre debe ser nuestra bebida de preferencia, aunque también existan otros alimentos que nos aporten este nutriente. 



La vida social es importante y necesaria también y aunque se trate de disfrutar de la compañía y del entorno y no solo de la comida, sabemos que esta suele tener un papel muy importante en nuestra cultura y que además, no siempre tendremos opciones o ganas para elegir lo mejor posible nuestros alimentos. 
Sin embargo, cuando tenemos algún evento en el que somos conscientes de que lo más probable es que comamos más cantidad y/o alimentos que aporten más energía de lo habitual, es un error pensar en comer menos los días antes, ese mismo día o pensar en compensarlo después. 
Este comportamiento puede generar ansiedad y además predispone a comer más y hacer peores elecciones de alimentos. Por eso lo mejor siempre será comer lo que nos corresponde y una vez pasado ese evento, volver a los buenos hábitos lo antes posible. De esta forma aprenderemos a gestionar mucho mejor las comidas que se salgan de nuestra alimentación habitual y a disfrutar más del momento y de la compañía. 


Si os habéis sentido identificados con alguno o algunos de estos puntos esperamos que este artículo os ayude a hacerlo mejor. Fijándonos en esas pequeñas cosas que marcan la diferencia podemos llegar a ver grandes resultados que se mantendrán a largo plazo.




Soy Leticia Álvarez Musetti, 
dietista-nutricionista y máster en Nutrición Clínica.
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética.

martes, 3 de octubre de 2017

¿Hay que comer mucho para sufrir sobrepeso?

A menudo nuestros amigos nos preguntan sobre si tal alimento es tan sano como se dice, si no sé qué infusión adelgaza y un montón de cuestiones más cada vez. Y es que con la avalancha de información que hay hoy en día, es completamente normal que uno se pierda entre tantas noticias. 
Hay una duda recurrente, viene a ser algo como esto: Yo no como tan mal, ¡ni tanto como para tener este sobrepeso! 

Seguro que algunos de vosotros os habréis encontrado (o conoceréis a alguien cercano) en esta situación: no como en exceso, a veces incluso paso hambre... pero no consigo adelgazar.


Hoy quería tratar este tema con un poco más de detenimiento, porque resulta muy interesante y espero que arroje luz a esas personas que se sienten identificadas.

¿Hay que comer mucho para sufrir sobrepeso?
La respuesta rápida es que no. 
Muchas personas (ajenas a este mundo, en general) tienen la idea de que quienes tienen sobrepeso u obesidad se pasan el día comiendo. Los imaginan con refrescos en la mano, chucherías, magdalenas, pinchos de jamón ibérico, croquetas...etc. Se imaginan a esa pobre persona tan solo como una máquina de engullir alimentos con alto contenido de energía, grasas y azúcares.

Y sin embargo, muchas de las personas que acuden a nuestra consulta (la inmensa mayoría, de hecho), no prueban esos alimentos a menudo. Ni se pasan el día comiendo, por descontado.


¿Qué falla en ellas, por tanto? ¿Serán los genes?
Pues tan solo un 5% de la población que presenta sobrepeso u obesidad lo hace por causas genéticas. El resto, y aquí viene la cuestión más larga, debe la explicación de esos kilos de más a una mala alimentación en algún momento de la cadena
Me explico: alimentarse "bien" ha de empezar por una despensa organizada, por una compra sana y la elaboración de un plan de comidas estudiado con tiempo :) Y pasa por algo fundamental: por cocinar. Y otro punto más, por seguir cuidándose cuando uno está fuera de casa. 


Muchas personas prefieren comer platos precocinados (y no hay más que ver que la sección de comidas precocinadas cada día crece más en los supermercados de nuestro país: pizzas, tortillas de patata, empanadas, paellas, fabada...etc, ¡uno no repetiría el plato en todo un año!). A veces la falta de tiempo nos agobia de tal manera que buscamos una salida rápida aunque sepamos que no es la más adecuada para nosotros.
Otras veces, si no tenemos tiempo de hacer la compra, nos toca improvisar con lo que tengamos en la nevera y en la despensa y acabamos comiendo fatal: nos aburrimos de tomar siempre los mismos platos y hasta llegamos a cogerle asco a ciertos alimentos. Normal.
También se da el caso de personas que por deber o por placer, pasan mucho tiempo fuera de casa en restaurantes o bares. Y en esas ocasiones se dejan llevar por los impulsos (a veces comemos con los ojos, no con la cabeza).

Todas estas pequeñas situaciones (y habría otra docena, o una veintena más), hacen que con el paso del tiempo, aumentemos peso poco a poco. Puede ser tan solo un kilo al año, pero en diez años (y se pasan volando, ¿verdad?) habremos ganado 10 kilos.
Quizá con veinte años uno mantenía un peso saludable sin mucho esfuerzo, pero lo cierto es que a medida que pasa el tiempo nuestras características fisiológicas (el cómo funciona nuestro organismo), cambian, y debemos cambiar nuestros hábitos con ellas. Es un tema tan interesante que merece un artículo diferente. 


Quizá, por lo tanto, la causa más extendida del sobrepeso sería la desorganización. 
O lo que es lo mismo: la necesidad de tomar PEQUEÑAS mejores decisiones.
No es tan simple como comer mucho.

La labor de los Dietistas-Nutricionistas es acompañar a las personas en el proceso de mejora de hábitos o de toma de decisiones saludables

Jéssica Ramos, Leticia Álvarez y Roberto Cabo, Dietistas-Nutricionistas de ALEA.


Nuestro equipo de ALEA enseña  a gestionar los impulsos, a organizar la compra y la despensa, a cocinar de forma saludable, muestra cómo hacer plánins de alimentación saludable, ofrece opciones sanas para cuando uno está fuera de casa y trata de acabar con todos los mitos que circulan en torno a la alimentación para que uno coma sin miedo y pueda disfrutar con la comida. 

Si deseas ayuda personalizada podemos echarte una mano de dos maneras:





Soy María Astudillo Montero, 
fundadora y codirectora de ALEA desde el año 2006.
Coautora de La dieta ALEA, 2015 Ed. Zenith/Planeta.



¿Deseas adelgazar? ¿Mejorar tu alimentación? 
Podemos ayudarte:

jueves, 7 de abril de 2016

La lista de la compra

Buenos días, amigos :) 

Esta semana hablábamos de la importancia de elegir bien una dieta. Concretamente os dábamos las claves para que "una dieta" no sea solo una etapa en vuestra vida, sino el comienzo de una nueva forma de alimentarse. El inicio del resto de vuestra vida: en la que os cuidaréis aprendiendo a organizaros, a cocinar fácil y rico y a disfrutar de los alimentos sin miedo y con cabeza.

Para seguir en esa línea hoy os proponemos algo muy sencillo (de tan simple parece una bobada, pero no lo es): hacer una lista de la compra saludable.

Todas las encuestas nos muestran que cuando alguien va a hacer la compra "de memoria" acaba comprando un montón de cosas que en realidad no necesita. Y además de gastar dinero innecesariamente, el perfil de los alimentos que compra, empeora. Se compran más "guarrerías" tipo snacks, galletas, bollería, comida precocinada, refrescos...
Sin embargo, cuando llevamos anotadas las cosas que necesitamos comprar somos más cuidadosos, gastamos menos y compramos de forma saludable. 
Así que para facilitaros esta primera labor organizativa, hoy os proporcionamos una lista de la compra imprimible :) 
Si os gusta, nada más tenéis que pinchar en la imagen y guardarla en vuestro ordenador. Después podéis imprimirla tantas veces como necesitéis. 

Lista de la compra ALEA





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Como muchas personas nos escriben para preguntarnos cómo podríamos ayudarles, dejo la información aquí mismo:
Nuestra clínica en Salamanca está en la Plaza Gabriel y Galán 1, 1º izda: ALEA Consulta dietética.
Y también podemos ayudaros gracias a nuestra página web (www.aleadiets.com
Y a través de nuestro libro: La dieta ALEA.

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